jueves, 27 de diciembre de 2012

Manzanas y pasas

traducido del original de Jan Fries / Nightshades

"Hay una investigación fascinante de Wolfram Schultz (von Schönburg, 2006:170). Schultz metió a monos en cajas y los condicionó: siempre que iban a recibir un premio (una rodaja de manzana) se encendía una lámpara. Los monos aprendieron que la luz siempre precedía al premio. Sus entusiastas pequeños cerebros liberaban dopamina tan pronto como se encendía la luz. La dopamina intensificaba la alerta y excitaba aquello que conocemos como los 'centros del placer'. Ahora bien, cuando llegaba la manzana, los niveles de dopamina se mantenían iguales. No aumentaban en ningún momento, y después de un rato volvían a hundirse. Resumiendo, el placer derivado de la expectativa era un cambio de consciencia mucho más fuerte que la experiencia real que lo seguía.

Los monos habían aprendido a desplazar el placer de obtener una rodaja real de manzana a la expectativa de obtener una. En los monos, y hasta cierto punto en los humanos, la expectativa tiende a producir un efecto más fuerte que su satisfacción. Podría ser una clave del hecho de que los humanos rara vez se contenten con algo. Pero Schultz fue más allá. Después de que los monos se hubieran habituado a las rodajas de manzana, las sustituyó con pasas. Nuestros monos prefirieron mucho más las pasas, y reaccionaron con una liberación de dopamina más fuerte. Schultz los acostumbró a las pasas. Y entonces cambió de nuevo a las rodajas de manzana. Los monos quedaron profundamente insatisfechos. La señal luminosa ahora producía una reacción mucho más débil, de hecho, la liberación de dopamina había sido tan reducida que estaba por debajo del nivel que producían las rodajas de manzana originalmente. Resumiendo, las rodajas de manzana, que antes habían sido 'fantástico' antes de la experiencia de las pasas, solo eran 'buenas' después. Nuestros monos se estaban comportando como consumidores hastiados. ¿Y tú? ¿Creerías que esto te afecta? ¿Cuándo gira tu vida en torno a pasas y cuando son manzanas? ¿Y cuándo estás tan solo siguiendo luces que te prometen satisfacción? Expectativas, manzanas y pasas, son más que una investigación divertida. Son la base de toda la industria del entretenimiento y de la publicidad, y de las cosas que te hacen reaccionar mientras tú asumes felizmente que estás tomando decisiones racionales. La civilización occidental se basa en el triunfo de demasiado pocas rodajas de manzanas, menos pasas, y demasiadas luces que parpadean".


— Jan Fries, ‘Nightshades’

miércoles, 24 de octubre de 2012

La impotencia ante el poder secuestrado





Hace poco hablaba con alguien que por mucho oponerse al estado de las cosas, no pensaba ni de lejos hacer huelga. Sus excusas no eran nuevas: el dinero que perdería o que "se tendría que haber hecho huelgas cuando empezó a subir el paro", esa extraña idea de que uno le hace huelgas al paro como si este fuera una entidad con voluntad propia, en lugar de hacerlas a medidas concretas de un gobierno.

Pero más allá de lo visible que surgió en aquella conversación, me resultó llamativo lo invisible. Por debajo de la superficie fluía una corriente de impotencia enorme. Y tengo la impresión de que es algo general, de que esa corriente subterránea se está convirtiendo ahora en la norma, si acaso más visibilizada tras el resultado de las elecciones gallegas.

Quizá es hora de asumir que la fórmula de "más democracia" ha fallado por completo. Tuvo éxito al unir a las personas, pero al final ha sido un fracaso. El poder sigue destruyendo cada derecho y conquista social a pesar de la oposición de la gente, ignorando descaradamente la voluntad de la gente y tan solo reforzando contra todos nosotros sus palacios y sus fortalezas.

En el debate de los presupuestos se pudo comprobar la vergonzante realidad que pretende dictar el gobierno a sus medios de comunicación. Para Montoro las elecciones gallegas, a pesar del descenso de votos al Partido Popular, fueron un refrendo a sus políticas de recortes. Tanto es así que el PSOE habría caído por oponerse a esos mismos recortes. Es obvio que el PSOE ha caído porque su tibia oposición a la destrucción sistemática de las conquistas sociales. Rubalcaba insistió en el debate de los presupuestos en que su salida es proponer "moderación salarial" pero con la diferencia de que ellos, a diferencia del PP, pactarían esa bajada de salarios con los sindicatos. ¡Qué bien!. Pero Montoro y su partido no pueden reconocer que esta alianza tan obvia con el poder es lo que está llevando al abismo al PSOE, pues eso les llevaría a tener que asumir la oposición de la mayoría de la población a sus recortes; es por esto que deben mentir cuando se dirigen en público a Rubalcaba, e indicarle que su fracaso se debe a su apenas visible oposición a la destrucción de toda conquista social.

Daría igual que toda la población que sufre los trapicheos y corruptelas del estado español se lanzara a la calle. Los medios reflejarán lo que el poder quiera que reflejen. La casta corrupta al servicio de la gran empresa española seguirá apoyándose en los votos para convertir el territorio que gobierna en un erial al servicio de potencias como Alemania, que dictan desde Europa los términos de la extorsión al pueblo.

Ante una situación como esta para frenar en seco apenas veo dos salidas, igualmente problemáticas.

La primera salida es la toma del poder revolucionaria. Con o sin guillotinas, pero una toma del poder real que acabe con el entramado de leyes y legitimidades "democráticas" que han permitido que los enemigos de los ciudadanos se atrincheren en el poder para extorsionarlos. Una solución difícil cuando la mayor parte de la gente apoya los motivos para rodear el Congreso de los Diputados, pero solo la mitad apoya que la forma de protestar sea algo tan inocente -aunque simbólico- como rodear el Congreso. Estamos instalados en una paradoja: la ciudadanía es demócrata pero no puede derribar a quienes tienen secuestrado el poder democrático sin suspender temporalmente la democracia.

La segunda salida es la destrucción de Estado. En el caso de España la única posibilidad factible parece venir de Catalunya y su pulso al estado español. Pero el nacionalismo catalán está liderado por un partido político que es aún peor y más anti-pueblo que el bipartido que se reparte el poder en el estado español. La destrucción del estado tomando esa dirección es una empresa más que arriesgada, pues el efecto ofuscador de los trapos de colores sobre los cerebros es de sobra conocido; no hay más que agitar una bandera para cegar a la gente, cosa que resulta obvia ante la previsible victoria en Catalunya de un partido político aún peor que el que gobierna España, pero diestro a la hora de agitar un trapo de colores en particular.

Quizá si no encontramos caminos que abrir para emanciparnos, la solución pase por darle la espalda al Estado y construir otra cosa al margen de sus leyes. Darnos otras monedas, otros medios de intercambio, darnos servicios sin involucrarlos a ellos. Ser verdaderamente autosuficientes.

Cuando el Estado acaba con los servicios interesantes que aportaba y por los que podía tener sentido mantenerlo, como la sanidad o la educación, tiene cada vez menos sentido pagarle impuestos. Si el Estado es nuestra única posibilidad para acceder a una sanidad o a una educación de calidad, puede tener sentido pertenecer a él. Pero si todo lo que tenía de herramienta contra los desequilibrios sociales desaparece y no queda más que como estructura represiva, no tiene ningún sentido financiarlo ni regirse por sus normas. La herramienta se convierte en trampa. Vivir "fuera del sistema" puede acabar por convertirse en una necesidad para la supervivencia. Y si pretende aun así conquistar nuestros territorios y regir nuestras vidas, quizá caiga como más de una vez lo han hecho los imperios: por los bárbaros que desde fuera lo socavaron hasta destruirlo. Incluso dando un rodeo como en este caso, me temo, el enfrentamiento acabará por ser inevitable.





jueves, 11 de octubre de 2012

Para Wert, Catalunya no es España




El Ministro de Educación ha afirmado frente a periodistas lo siguiente:

"Nuestro interés es españolizar a los alumnos catalanes y que se sientan tan orgullosos de ser españoles como de ser catalanes y que tengan capacidad de tener una vivencia equilibrada de esas dos identidades porque las dos les enriquecen, y en esa línea vamos a continuar"

Muchos han tomado estas declaraciones como graves desde la perspectiva del frentismo con el independentismo catalán, pero son un síntoma de algo mucho más profundo.

El verdadero problema del españolismo como lo practica José Ignacio Wert, es que en la práctica considera Catalunya como independiente, como una identidad distinta que ha de ser eliminada y absorbida por una España uniformizante. Porque en otro caso, no habría que españolizarla. En otras palabras, para Wert -y para otros muchos de su cuerda-, España funciona como una especie de imperio cuyo objetivo consiste en manipular las culturas locales de sus pueblos conquistados para que la cultura adoptada por el centro sea la oficial y principal.

Así, en términos prácticos gente como Wert que pretenden "españolizar" Catalunya, actúan como un imperio que pretendiera absorber pueblos conquistados, lo que al mismo tiempo significa que esos pueblos son tratados como si no fueran España. Para Wert el verdadero problema es que Catalunya no es España, es un pueblo diferente, así que debe ser españolizada. Así, en el núcleo de la forma de actuar de gente como Wert, le está dando la razón al independentista que quiere separarse de España. Es como si le dijera, "sí, es verdad, lo tuyo es una nación separada de España, pero como está bajo nuestro control, vamos a hacer lo posible para alterar su cultura y convertirla en España. No podemos aceptar que forme parte de España nada que no entre en nuestra definición de lo que es España."

En lugar de ampliar su perspectiva y su concepto de España para albergar la diversidad de pueblos y culturas que la forman, el partidario de la "españolización" pretende que todo sea una sola cosa, y trata como extranjero, como ajeno a España, a todo lo diferente. Y así marchan las contradicciones del españolismo: que en el fondo para gente como José Ignacio Wert, Catalunya no es España.


jueves, 4 de octubre de 2012

Libertad Digital falsifica el auto del juez Pedraz sobre el 25-S

De todos es sabido que Libertad Digital es un medio que habitualmente no tiene demasiado decoro en mezclar la opinión con las noticias supuestamente objetivas.

Pero hoy se le ha ido un poco la mano publicando como noticia "Pedraz archiva la causa del 25-S y culpa a la Policía y la clase política". Y es que en uno de sus párrafos ha falseado directamente el auto del juez Pedraz. En el párrafo decía este medio:

El juez, que agrega que a ningún diputado se le impidió salir del edificio, reconoce que en la zona de las protestas se incautaron adoquines, una maceta de albañil, un cincel y pilas, entre otros objetos, pero especifica que "no por ello hay que deducir que esos instrumentos fueran destinados para ser utilizados contra la policía"

 Sin embargo, eso no es lo que dice el auto. Al contrario, lo que dice es que esos instrumentos no estaban destinados necesariamente a entrar en el Congreso (lo que se juzgaba) sino que muy probablemente iban destinados a la policía, cosa que además había afirmado la propia policía dando más veracidad a tal cosa. Exactamente, dice lo siguiente, y corto y pego del contenido del auto presente en esta dirección: 
http://www.cadenaser.com/csermedia/cadenaser/media/201210/04/espana/20121004csrcsrnac_1_Pes_PDF.pdf

Es cierto, de otro lado, que se ocupan “instrumentos peligrosos” 
(adoquines, una maceta de albañil, pilas, un cincel…), mas no por ello 
hay que deducir que esos instrumentos peligrosos fueran para entrar en 
el Congreso. A la vista de la copia del atestado lo que más pudiera 
significar es que esos instrumentos fueran destinados para ser utilizados 
contra la policía actuante, máxime si la propia unidad policial así lo dice 
(lanzamiento de objetos a la fuerza policial actuante).  


Es decir, que de manera flagrante y vergonzosa, Libertad Digital ha falsificado el auto del juez Pedraz inventándose su contenido para generar una noticia con un objetivo político para sus lectores. Un panfleto andante capaz de falsificar el auto de un juez, ¿luego pretenderá llamarse a sí mismo medio de comunicación serio?

Por último, el enlace a la noticia y una captura del día 4 de octubre a las 17:20 de la tarde:

http://www.libertaddigital.com/espana/2012-10-04/pedraz-archiva-las-diligencias-contra-los-organizadores-del-25-s-1276470401/



Actualización 17:40: tras la publicación y distribución de la pillada por aquí y por otros lados en Internet, la web de Libertad Digital ha sido retocada, presentando ahora este aspecto la noticia cambiando el titular y contenidos al ser cazados in fraganti. Ahora el mismo enlace conduce aquí:






lunes, 1 de octubre de 2012

"¡Democracia representativa o barbarie!"



"¡Democracia representativa o barbarie!". Así gritan desde las tribunas los políticos y tertulianos oficiales que a partes iguales temen y lamentan la supuesta deriva de la protesta ciudadana al tratar por igual a todos los políticos en el parlamento.

A los representantes del gran empresariado y de la banca les molestan las manifestaciones frente al Parlamento. Afirman que la alternativa es solo la dictadura. O esto, o una dictadura militar, comunista, fascista. Sin embargo, obvian que lo que está en crisis es la democracia representativa, y que no es apelando a los peligros de su destrucción como se va a superar. Lo que se reinvindica y propone en la calle no es la destrucción de la democracia, sino precisamente lo contrario: que necesitamos profundizar mucho más en la democracia.

El "que se vayan todos" no quiere desterrar la dimensión política del hombre en sociedad, sino recuperarla. El "que se vayan todos" quiere acabar con una forma de hacer política que se ha quedado antigua y que se ha revelado como ineficiente, donde los partidos se institucionalizan y terminan por servir a diversos intereses que no son los de los ciudadanos de a pie. Sus austeridades se plantean para salvar a la banca a costa de los ciudadanos, sus políticas sociales y laborales se crean para favorecer a las grandes empresas.

A veces parece que se nos olvide que llevamos un tiempo en el Siglo XXI. Parece que no nos hayamos dado cuenta de que tenemos tecnología que podría permitirnos gestionar nuestro futuro mediante sufragio mucho más a menudo que cada cuatro años. La situación actual es que votamos a partidos que pueden incumplir todo su programa sin ser responsabilizados por ello. Tenemos un Estado que señala al pueblo indignado como golpista mientras toma el Parlamento llenándolo de policía, y que no duda en ejercer la violencia contra quienes les reclaman, porque cuenta con carta blanca para hacer lo que quiera durante cuatro años.

Precisamente si algo exigen las calles no es la disolución de la democracia, sino la transición a nuevos modelos de democracia. El partido político es un intermediario con el que llevamos conviviendo mucho tiempo, pero que cada vez queda más anticuado. Los ciudadanos necesitamos decidir acerca de cuanto nos atañe, porque el sistema representativo de partidos no funciona. Los supuestos representantes no nos representan a nosotros. Representan a otros. Necesitamos que se nos otorgue a los ciudadanos la capacidad de tomar cada mes, cada semana, cada día, las decisiones que nos afectan.

Hay muchas maneras de hacer esto. Hoy puede sonar extraño pensar en una sociedad en la que cada fin de semana se sometan las leyes propuestas en el Parlamento a referéndum popular, pero no nos falta la tecnología para reconvertir elementos como las viejas cabinas telefónicas en cabinas de votación, e implantar el voto a través de Internet, junto con campañas institucionales que permitan el acceso de todos y cada uno de los ciudadanos a los nuevos mecanismos de votación. Un país que fuera capaz de implantar una "democracia real" lideraría ideológicamente el futuro.

Hoy en día contamos con la tecnología para que cada ciudadano pueda implicarse profundamente en la toma de decisiones políticas. El problema es que los partidos políticos están enmedio: aquellos que se supone que deben representarnos, se han tornado en representantes del poder financiero y empresarial. Los partidos políticos son precisamente el mecanismo que impide que los ciudadanos podamos participar en política. Y la mayor parte de los políticos pertenecientes a partidos institucionalizados jamás permitirán que los propios ciudadanos les "puenteen" para tomar las decisiones. Por eso sobran, y por eso tiene sentido el "que se vayan todos".

"Que se vayan todos" no significa que todos los políticos sean malos, significa que los políticos como representantes nuestros deben favorecer la profundización democrática de nuestra sociedad, o arriesgarse a ser arrollados cuando se nos acabe la paciencia.

domingo, 19 de agosto de 2012

Traducción íntegra del discurso de Julian Assange, 19 de agosto de 2012




Estoy aquí porque no puedo estar más cerca de vosotros. Os doy las gracias por estar aquí. Gracias por vuestra determinación y vuestra generosidad de espíritu.

El miércoles por la noche, después de que se enviara una amenaza a esta embajada y la policía descendiera sobre el edificio, vinísteis en mitad de la noche para vigilar lo que sucedía, y trajísteis con vosotros a los ojos del mundo.

Dentro de la embajada, después de la oscuridad, pude escuchar un enjambre de equipos de la policía entrando en el edificio a través de la salida interna de incendios. Pero supe que habría testigos. Y eso es gracias a vosotros.

Si el Reino Unido no tiró por la borda aquella noche las Convenciones de Viena, fue porque el mundo estaba observando.

Y el mundo estaba observando porque vosotros estábais observando.

La próxima vez que alguien os diga que es inútil defender aquellos derechos que tenemos en mayor estima, recordadles vuestra vigilia en la oscuridad ante la Embajada de Ecuador y cómo, por la mañana, salió el Sol en un mundo distinto, y una nación de América Latina con coraje tomó posiciones en favor de la justicia. Y así pues, a esta gente valiente...

Agradezco al Presidente Correa por el coraje que ha mostrado al considerar y otorgarme asilo político.

Y también agradezco al gobierno, y al Ministro de Exteriores, Ricardo Patiño, quien ha defendido en su consideración de mi caso la Constitución ecuatoriana y la noción que ésta posee de los derechos universales.

También a las gentes del Ecuador por apoyar y defender esta Constitución.

Y tengo una deuda de gratitud hacia el personal de esta embajada, cuyas familias viven en Londres, y que me han mostrado hospitalidad y amabilidad a pesar de las amenazas que han recibido.

Este Viernes habrá una reunión de emergencia de los ministros de exteriores de América Latina en Washington DC, para tratar esta situación.

Así, estoy profundamente agradecido a las gentes y gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Brasil, Perú, Venezuela, y a todos los demás países de América Latina que han venido a defender el derecho de asilo.

A las gentes de los Estados Unidos, del Reino Unido, Suecia y Australia, que me han apoyado con fuerza, incluso cuando sus gobiernos no lo han hecho. Y a todas las cabezas más sabias en los gobiernos que todavía luchan por la justicia. Vuestro día llegará.

Al personal de Wikileaks, a la gente que lo apoya y a sus fuentes, cuyo coraje, dedicación y lealtad no han conocido igual.

A mi familia y a mis hijos a quienes se les ha negado estar cerca de su padre. Perdonadme. Nos reuniremos pronto.

Con Wikileaks bajo amenaza, también lo están la libertad de expresión y la salud de nuestras sociedades.

Debemos utilizar este momento para articular la elección ante la que se encuentra el gobierno de los Estados Unidos de América. ¿Regresará a los valores sobre los que fue fundada su nación y los reafirmará? ¿O se tambaleará hasta caer por el precipicio, arrastrándonos a todos a un mundo peligroso y opresivo, en el que los periodistas guardan silencio por miedo a ser perseguidos, y los ciudadanos deben susurrar en la oscuridad?

Digo que deben echarse atrás.

Le pido al Presidente Obama que haga lo correcto.

Estados Unidos debe renunciar a su caza de brujas contra Wikileaks.

Estados Unidos debe disolver su investigación a cargo del FBI.

Estados Unidos debe jurar que no perseguirá a nuestra gente ni a quienes nos apoyan.

Estados Unidos debe dar su palabra ante el mundo de que no perseguirá a periodistas por arrojar luz sobre los crímenes secretos de los poderosos.

No debe continuar la absurda retórica para perseguir a ningún medio de comunicación, ya sea Wikileaks o el New York Times.

La guerra de las administraciones de EEUU contra quienes filtran información debe acabar.

Thomas Drake, y William Binney, y John Kirakou y otros heroicos 'chivatos' en EEUU deben ser perdonados y compensados por las dificultades que han tenido que soportar como servidores públicos.

Y el Soldado de la Armada que permanece en una prisión militar en Fort Leavenwroth, Kansas, que determinó la ONU que había sufrido meses de detención y torturas en Quantico, Virginia, y que todavía -tras dos años de prisión- ni siquiera ha sido sometido a un juicio, debe ser liberado.

Y si Bradley Manning realmente hizo aquello de lo que se le acusa, es un héroe, es un ejemplo para todos nosotros, y uno de los más importantes prisioneros políticos del mundo.

Bradley Manning debe ser liberado.

El miércoles, Bradley Manning pasó su día 815 en prisión sin juicio. El máximo legal son 120 días.

El jueves, mi amigo Nabeel Rajab, fue sentenciado a 3 años por un tweet.

El viernes, un grupo musical ruso fue sentenciado a 2 años en la cárcel por una performance política.

Hay unidad en la opresión.

Debe haber absoluta unidad y determinación en la respuesta.

(Fuente original: http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/wikileaks/9485941/Julian-Assange-Ecuadorian-embassy-statement-in-full.html)

domingo, 17 de junio de 2012

Grecia y la democracia que solo vale cuando tomas la elección correcta




Que la democracia debe tener límites, es algo que estos días nos están intentando hacer creer diversos líderes internacionales.

La democracia, viene a decir su discurso, es algo que está bien mientras que uno no se equivoque votando. Cuando la gente elige lo que no es, que viene a ser lo que no conviene a los intereses de la banca, tal elección ha de ser tratada como un error y no como una verdadera elección soberana.

Esto es en la práctica lo que significan las declaraciones de diversos líderes internacionales en esta injerencia sin precedentes en la historia reciente sobre las elecciones que se disputan hoy domingo 17 de Junio en Grecia, y en las que un partido fuera del establishment bipartidista puede ganar.

La democracia mercantil actualmente es gobernada por una banca que ahora consigue ser rescatada a costa de los ciudadanos y vender ese rescate como una necesidad económica indiscutible para que no se desintegre nuestra sociedad, aunque lo que verdaderamente esté en peligro sean los privilegios de la banca. Así, el rescate a Bankia y otros en España lo pagaremos los ciudadanos con subidas de impuestos, del IVA, y recortes de pensiones, como ya ha anunciado la Unión Europea. Como nadie espera que los bancos -que ya han anunciado que no abrirán líneas de crédito a empresas ni familias- devuelvan el dinero, la garantía de tal devolución será la extorsión de los ciudadanos españoles a manos de su Estado.

Pero no en Grecia. Allí cada vez más gente dice "basta ya". En las últimas elecciones griegas, el ND y el PASOK (el PP y PSOE de allí) no suman suficientes escaños para gobernar tan siquiera juntos. Como en todos los bipartidismos en los que se sostiene la democracia mercantil, las dos alas del mercado -progresista y conservadora- son las que tienen que guardar los privilegios de la banca y de la gran empresa. Pero en Grecia esto se tambalea, y esta tercera opción llamada SYRIZA está cerca de ganar las elecciones y plantear una renegociación de la deuda-estafa con la que la Unión Europea está llevando al país a una austeridad que está acabando con el país.

El terror de la banca ante la victoria de SYRIZA se manifiesta por boca de unos líderes internacionales que no sólo han entrado en campaña sino que tergiversan la realidad griega a propósito para conseguir transmitir un mensaje de miedo, no sólo dentro de Grecia sino en el resto del mundo, como una advertencia para que a nadie se le ocurra salirse del redil.

Para  Ángela Merkel, líder del ala conservadora del partido únicode la democracia mercantil en Alemania, "Los ciudadanos griegos votarán que Grecia siga en la eurozona". Esto a pesar de que SYRIZA nunca ha manifestado que pretenda salir del Euro, sino que esta es precisamente la amenaza que se hace desde Europa: si se os ocurre renegociar nada o evitar las medidas de sangría medieval que estáis obligados a realizar para salvar a la banca alemana, os echaremos del euro.

Hollande, nuevo presidente miembro de la rama progresista del partido único de la democracia mercantil en Francia, tampoco se queda corto, y le dice más sutilmente pero en la misma dirección a Grecia que "si quiere distanciarse de sus compromisos y abandonar los proyectos de recuperación, habrá países en la eurozona que prefieran terminar con la presencia de Grecia en el euro".

Para el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en referencia a SYRIZA, "Lo que dicen algunos, que Grecia puede rechazar el pacto de estabilidad y seguir en el Euro, eso no es una utopía, es mentira".

Incluso desde fuera de Europa, un nervioso Obama siempre comprometido con los intereses de Wall Street, advirtió que "el pueblo griego también necesita reconocer que sus privaciones empeorarán si deciden salir de la Eurozona". Como Ángela Merkel, Obama manipula y miente cuando otorga a Grecia la decisión de salir de la Eurozona, puesto que es la Unión Europea quien está amenazando con echarla si sus ciudadanos toman la "decisión equivocada" al votar. En las cuatro declaraciones que he citado se puede observar esta contradicción, que lo que revela es que independientemente del uso de uno u otro discurso el objetivo es uno: frenar a SYRIZA, como sea, y evitar que otras SYRIZAs puedan surgir en alguno de los lugares extorsionados por el poder que ha construido la crisis-estafa.

Así es como están las cosas. Para los líderes-marioneta que sirven única y exclusivamente a los grandes poderes en la banca y en las grandes corporaciones en nuestra querida democracia mercantil, hay decisiones democráticas correctas, y hay otras decisiones democráticas erróneas, inadmisibles, contra las que uno tiene que hacer todo lo posible. Mentir, engañar, aislar. Todo vale para proteger los intereses de aquellos a los que verdaderamente representan todos estos líderes internacionales.

Lo nos queda claro, es que los líderes designados por la banca para extorsionarnos a los ciudadanos de a pie pueden defender muchos intereses, pero sin duda que nunca los nuestros.

domingo, 10 de junio de 2012

"Si no hubiéramos obedecido, nos habrían obligado a obedecer".



Mariano Rajoy dice para defender el rescate, "si no hubiéramos hecho los deberes se habría planteado la intervención de España". Quiero detenerme en esta frase y deconstruirla, porque percibo entre las líneas de esa afirmación una clave esencial de la situación política y de la (ausencia de) soberanía española.

Los deberes son, precisamente, la austeridad que reclamaba Europa. Hace unas semanas decía De Guindos en la Unión Europea que España había hecho su parte, y que ya no podían hacer más.

Es decir, que la frase de Mariano Rajoy, "si no hubiéramos hecho los deberes se habría planteado la intervención de España", en realidad lo que desvela sin pretenderlo es que nuestra política lleva mucho tiempo intervenida de facto. Porque si no se ha planteado la intervención de España es, según el propio Rajoy, precisamente porque se ha obedecido a todo lo que ha pedido la Unión Europea y sin rechistar. Hacer los deberes es hacer, precisamente, lo que la UE quería que España hiciera, ya fuera por las buenas (hacemos de que no os estamos obligando) o por las malas (tomamos control de facto y os obligamos).

Por tanto, la frase de Mariano Rajoy con la que justifica la petición del rescate y destaca sus bondades, significa precisamente que "si no hubiéramos obedecido se habría planteado obligarnos a obedecer". La diferencia entre una y otra cosa es puramente formal. Es como si el Estado español fuera un reo que es llevado a los juzgados, que defendiera su dignidad diciendo que si no hubiera elegido hacer ir por su propio pie al juzgado, esto es, "hacer los deberes", le habrían llevado esposado. Lo que desvelan las palabras de Rajoy es que el Gobierno de España es irrelevante, y que aquí se hace lo que dicta la Unión Europea y el poder financiero que la sostiene. Porque si no hubieran hecho lo que han hecho, les habrían obligado a hacerlo mediante una intervención.

Es en este tipo de "desliz" que no resulta obvio a quien lo pronuncia, que se desvela precisamente la situación política en la que nos encontramos: la obediencia a un poder financiero ajeno a todo más que a su propio beneficio, aliado en la Unión Europea con potencias como Alemania. Y tal obediencia es asumida con absoluta naturalidad por nuestros propios políticos, hoy de Rajoy pero habría sucedido igual con Rubalcaba, como algo inevitable: porque si no hubiéramos obedecido, nos habrían obligado a obedecer.

martes, 8 de mayo de 2012

Bankia: una oportunidad histórica de tumbar este sistema



En los últimos días ha llegado una que se veía venir desde el verano pasado. Que lo de Bankia era un pufo, que “Bankia” era el nombre en clave para el “banco malo” que oficialmente nunca se creó, y para cuyo rescate el Estado debe destinar ahora una partida estimada en 7.000 millones de euros, que se suman a los 4.500 que ya destinó hace casi un año.

Mientras Rodrigo Rato abandona el barco defendiendo lo bien que ha hundido Bankia y el gobierno del PP prepara el rescate, Rubalcaba interpreta con el PSOE el papel de partido alternativo del mismo gobierno diciendo que él tiene sus ahorros en Bankia y que no piensa moverlos. Tranquilidad. No saquéis el dinero. Como siempre en lo importante, PP y PSOE se unen para defender a los privilegiados de quienes son marionetas, incluso si el precio del rescate es más del triple de los 2.000 millones recortados en Ciencia e I+D, y cinco veces lo recortado limitando la subida de las pensiones a un 1%, 1.500 millones de euros.

Aunque Bankia fuera insostenible desde un principio, aunque en este pufo de banco malo trabaje un número record de familiares de políticos, somos los de abajo los que lo vamos a seguir pagando. Lo paga el trabajador con el IRPF que se ha aumentado, lo paga el pensionista, lo paga el funcionario al que se le bajó el 5%, y lo seguiremos pagando entre todos.

Tenemos dos opciones. Una es seguir tragando. La otra, es provocar el colapso. Y hoy tenemos una gran oportunidad para esto último.

Las manifestaciones son una interesante demostración de fuerza, pero en el fondo sabemos y tenemos que asumir que sólo con eso no nos van a hacer caso. Debemos hacer uso de nuestro poder para tirarlo todo abajo, que nos miren susurrando confundidos, “¿muera yo y todos los filisteos?”, y que así nos teman y empecemos a ser realmente capaces de poner fin a esta estafa de escala mundial.

Esta propuesta. puede sonar un poco fuerte. ¿Tirarlo abajo todo?. ¿Y la posibilidad del volver al “estado anterior”, cuando las cosas funcionaban dentro del capitalismo? Quizá si esperamos nos devuelvan los derechos, quizá cuando todo vaya mejor...

Pero incluso aquellos de vosotros que sólo os habéis interesado en estas cosas recientemente, habéis visto por lo vivido en este último año que ellos no van a ceder. Más deprisa como el poli malo del PP, más despacio como el poli bueno del PSOE, el Estado del Bienestar está siendo y será sistemáticamente destruido a pesar de nuestra oposición. ¿Y por qué? Porque no nos tienen miedo, porque incluso si vamos a las plazas y las rebosamos, al acabar la manifestación regresamos para vivir atrapados por las reglas de su sistema, las reglas de los estafadores que con dinero público sufragan al verdadero poder: la banca.

No tenemos ninguna posibilidad contra ellos. Y lo saben. Y ya no temen que sus mentiras sean obvias, porque el verdadero chantaje que subyace a su discurso es que si caen ellos, caemos todos.

Pero precisamente por eso, es nuestro turno de tomar la iniciativa y aceptar la apuesta. Es una apuesta muy alta la que nos han planteado, “¡si caemos nosotros, caeremos todos!”. Un órdago en toda regla. Pero al final del túnel tenemos las de ganar. Somos más, somos muchísimos más, y sin nosotros no son nada.

Hoy actuando localmente en España, existe una oportunidad histórica de clavarle una estaca en el corazón al sistema financiero internacional. Hundiendo Bankia hundiremos por efecto dominó a la banca alemana y europea, y de ahí todo lo demás.

Por eso es necesario que retiremos nuestro dinero de Bankia, aunque sea paso a paso. Por muchos créditos que se le den, un banco no puede funcionar sin clientes. Debemos convencer a quienes nos rodean para que actúen, si no por convencimiento, por miedo a perder el dinero que tienen en Bankia. Es nuestro momento de actuar y equilibrar la balanza, aterrorizando a los poderes fácticos y haciéndoles ver que no tenemos miedo.

En que finalmente aceptemos este órdago existe una oportunidad histórica de derribar sin violencia un capitalismo basado en la estafa y la represión de quienes no formamos parte de las castas privilegiadas.

¿Estaremos dispuestos a sacrificarnos para que nuestros hijos no crezcan esclavos?

jueves, 12 de abril de 2012

La vasquización de España

Durante muchos años, el País Vasco ha sido la excepción española. El lugar donde uno podía saltarse normas democráticas básicas. ¿Que no te gustaba el periódico Egunkaria porque era el único editado en euskera?. Pues lo cerrabas, torturabas a quienes lo editaban, y si siete años después los absolvían para entonces poco periódico quedaba ya. ¿Que tenías la oportunidad de utilizar eso del “terrorismo” contra todo e incluso legalmente que cualquier tipo de violencia callejera contra bienes inmuebles fuera terrorismo? Pues también, sin problemas. ¿Ilegalizar partidos políticos?. Ahí estaba, Ley de Partidos aplicada a mansava hasta que el Tribunal Supremo o el Constitucional vengan a pararte los pies porque se te va de las manos.

En la España del boom inmobiliario y los asalariados precarios hipotecándose a cincuenta años todo era alegría, y al ciudadano le daba igual que se les arrancara los derechos democráticos a los vascos, porque al fin y al cabo estaba la ETA y los vascos eran en general bastante peligrosos y había que tenerlos controlados. Todo se permitía porque el País Vasco era el enemigo interior designado por España, cosa que los medios de comunicación al servicio de uno u otro gran partido político se encargaban de recordarnos día sí y día también..

Una vez que ETA ya no tenía la fuerza y el peligro desestabilizador de los años ochenta, se pudo utilizar en Euskadi como propaganda política y justificación de esos asaltos a la democracia que en el extranjero nunca entendieron (¡ah! ¡no conocen a esos malvados vascos!) como cerrar periódicos o ilegalizar partidos.

Pero la España de ahora ya no es la misma que antes. Además de que ETA pinte ya demasiado poco como para seguir usándola como propaganda, actualmente asistimos al asalto más salvaje en décadas contra los derechos conquistados por las clases no-privilegiadas, enmascarados bajo una “crisis” que no es más que un eufemismo que enmascara una estafa a nivel global planeada y perpetrada por la banca y las grandes corporaciones, las verdaderas organizaciones criminales del Siglo XXI. Y en ese clima de asalto contra la débil situación económica de los no-privilegiados y sus libertades democráticas, se enmarca este cambio en la estrategia del poder: la vasquización de España.

Con el anuncio de las modificaciones al código penal que considerarán la resistencia pasiva como atentado a la autoridad, la difusión de convocatorias por Internet “que alteren gravemente el orden público” como integración en banda criminal, y la equiparación de la violencia callejera hacia bienes inmuebles con el terrorismo, estamos asistiendo al pistoletazo de salida del proceso de vasquización de España.

A partir de ahora y cada vez más, todos los españoles pasarán a ser vascos. Lo que muchos habían conseguido ignorar ya fuera por cobardía o por desconocimiento de la situación en el País Vasco más allá de la propaganda de los medios de masas, ha llegado al resto del Estado. La situación es grave, el gobierno sabe que sus medidas van a provocar un descontento generalizado, y su reacción es tan vieja como el fascismo: la construcción de un enemigo interno a través del cual justificar las acciones antidemocráticas orientadas a la represión del descontento.

El enemigo vasco se ha vuelto insuficiente, porque la oposición al régimen es generalizada y muy peligrosa. Por tanto, la propaganda oficial en España ya no se puede permitir ceñirse al enemigo vasco salpicando lateralmente a movimientos molestos en el resto del país, como hacía antes. En los viejos tiempos si se quería criminalizar una manifestación de estudiantes, la policía inventaba que había algún vasco malo entre ellos, o que copiaban las técnicas a Jarrai, o se "encontraba" alguna relación que nadie tendría que probar nunca, y con eso bastaba. Pero ahora eso se ha quedado pequeño, y encima a ETA le ha dado por desaparecer. Así que en la situación actual la criminalización debe ampliarse para que afecte a todos los rebeldes, para que la porción de los españoles que siguen tragando la propaganda del Estado y votando a quien les oprime, desplace hacia todos ellos su frustración.

Antes los vascos eran los malos, ahora los malos van a estar por todo el territorio del Estado. A partir de ahora tú y yo y todos, seremos cada vez más vascos: el proceso de vasquización de España ya está en marcha.

jueves, 26 de enero de 2012

Engaños de este sistema: la falsa frontera entre extremistas y moderados







Quiero escribir sobre cierto problema que tenemos pendiente de solucionar si queremos salir adelante: Los conservadores. Y antes de que nadie se rasgue las vestiduras, quiero olvidar las definiciones aprendidas del sistema imperante, porque conservador no es uno “de derechas”. Cuando el significado común de una palabra es engañosa y está manipulada como mecanismo de control del poder, es necesario cuestionar y redefinir esa palabra. Lo que aquí llamo conservadores es distinto a lo que la “democracia estándar” llama conservadores.

Tenemos que empezar por asumir que la mayor parte de la población es conservadora. En España lo son los votantes del PP, al igual que lo son los votantes del PSOE. Unos y otros, y también los de unos cuantos partidos políticos más, quieren ver continuísmo en el sistema confiando en que unos pequeños retoques aquí y allí solucionarán las cosas.

Todo este tinglado ha funcionado de manera estable durante bastante tiempo. Y mientras funcionaba, el poder en el capitalismo decidió clasificar políticamente a sus ciudadanos mediante una división muy fácil y comprensible para todos, para que nadie se equivocara y se metiera en el lugar que no debe:


Los moderados

Por un lado tenemos a los que aceptan el sistema y no tienen ninguna intención de cambiar nada. Estos se llaman a sí mismos “moderados”. Y da igual que sean de derecha o de izquierda. PP o PSOE en España son todos “moderados”, desde la perspectiva del sistema de gobierno imperante.

Lo importante de que ellos sean “moderados” es que todos los demás son “extremistas”, y de hecho este es uno de los detalles en los que es posible ver más fácilmente a través de la propaganda, porque para atacarse unos a otros suelen acusarse mutuamente de extremistas.

Cada vez que los del PSOE o sus medios de comunicación te dicen que los del PP son unos fascistas. Cada vez que los del PP o sus medios de comunicación afirman que en el PSOE son unos rojos revolucionarios. Utilicen los argumentos que utilicen, ambos no son más que dos partidos moderados, continuístas con lo existente y por tanto conservadores, que hacen uso de ese componente esencial de la propaganda del sistema que es la diferenciación entre “extremistas” y “moderados” para intentar ser los únicos verdaderamente moderados, virtud entre virtudes.

Al mismo tiempo crean la ilusión de la diferencia con el enfrentamiento entre “derecha” e “izquierda”, cuando sólo estamos discutiendo entre facciones distintas de una misma ideología, de un mismo partido, de una misma forma de organización social, del trabajo, del estado.


Los extremistas y radicales

Los que no aceptan el sistema tal y quisieran otra cosa. Estos son los que tanto los políticos y medios de comunicación conservadores llaman “extremistas”. Como los conservadores de “derecha” y de “izquierda” son quienes crean y manipulan el lenguaje en sus medios de comunicación (que les pertenecen en un 99%), es muy posible que tú mismo hayas utilizado esta etiqueta de manera muy genérica para referirte a todos los que no son civilizadamente moderados.

Da igual que el “extremista” sea un decrecionista que pretenda reducir el ritmo de la economía, un primitivista que quiera volver al trueque, un autoritario que quiera un estado centralizado, un libertario de ‘derecha’ o un libertario de ‘izquierda’, alguien que quiera unificar el Estado y la Iglesia, otro que no quiera ni Estado ni Iglesia, etcétera.

Independientemente del contenido de toda ideología que pretenda plantear una forma distinta de organizar la sociedad a la actual, esa ideología es “radical”. Y lo es en cuanto que pretende algo distinto a lo que hay. Cuando una ideología pretende algo diferente a lo que hay, automáticamente se convierte de una ideología extremista.

El mensaje, en definitiva, es que la disensión respecto al status quo mantenido por unos partidos moderados es siempre ideológicamente extremista y por tanto indeseable desde cualquier óptica.


La trampa ideológica

Todo este engaño ideológico ha funcionado muy bien. Hasta ahora. Porque como las cosas en apariencia iban bien en el capitalismo, no parecía haber demasiado motivo para cuestionarlas y mucho menos para cambiarlas. Sobre todo si uno vivía en un país rico, claro. Así que quien lo cuestionara era fácilmente asumido por la población como extremista, sin hacer muchas más preguntas. Como dijo en aquella famosa cita el obispo Hélder Câmara, “Cuando doy comida a un pobre, me llaman Santo, cuando pregunto por qué un pobre no tiene comida, me llaman ‘Comunista’ ”

Pero en fin, resulta que llegó la estafa esta salvaje por parte de banqueros y especuladores, esa cosa que han decidido llamar “crisis” mientras se enriquecen y el 99% nos ahogamos en la mierda.

Siguen manipulando el lenguaje, es obvio: crisis, crisis, crisis, aunque no sea otra cosa que una estafa que a su avaricia se le ha ido de las manos. Con un poco de atención que hayamos prestado últimamente, vemos la obviedad del secuestro de los gobiernos por parte de los mercados y la deuda, la banca nombrando primeros ministros a diestro y siniestro por Grecia e Italia y poniendo al nuevo Ministro de Economía en España, los estados de la UE saqueándose entre ellos con los países que “ayudan” a Grecia obligándole a comprar armas para tenerle bien cogido y endeudado, y hasta una guerra subterránea entre el núcleo duro de la UE y Gran Bretaña.

Y de pronto la cosa ya no está tan clara.

Y aunque los ciudadanos se han dado cuenta en gran medida de que todo esto no es más que una estafa enorme por parte del 1%, de esa gentuza sin escrúpulos que ha montado todo esto para empobrecerlos todavía más, la mayoría continúan con la esperanza de que todo vuelva a estar igual que antes (como si lo de antes no hubiera causado lo de ahora). Siguen pues votando en masa PPSOE y otros partidos “moderados”, para intentar volver a eso, a lo de siempre de antes.

Pero esto es precisamente lo que se nos hace imprescindible ya asumir. La posición conservadora, es decir, “moderada”, ya no va a ningún lado. No podemos confiar en el PSOE ni en el PP, y poco o nada debe haber en todo el espectro político de la partitocracia con suficiente valentía para empezar a pensar otro sistema. Pero debemos encontrar algún camino, porque si volvemos a lo de antes, sólo será para volvernos a hundir.



miércoles, 25 de enero de 2012

La partitocracia y la independencia del poder judicial



La nueva polémica entre las dos viejas y poderosas facciones del mismo poder partitocrático -PP y PSOE- gira en torno a la decisión del gobierno de hacer "independiente" al Consejo General del Poder Judicial, elegido hasta ahora por los partidos políticos.

Tras estos últimos años ha resultado muy obvio que hay en el poder judicial no una "politización" sino una dependencia directa de la partitocracia, dos cosas que no deben confundirse. Este es el verdadero problema, y es justo hacia donde ninguno de los dos grandes partidos quiere señalar. Hoy en día cualquier español que no haya vivido bajo tierra en los últimos años sabe eso de que en el CGPJ hay jueces del PP y del PSOE, así como sucede algo parecido en el Tribunal Constitucional, o en las juntas electorales.


(viñeta de Vergara)


La solución no es la que plantea el PP. No se trata de que un poder judicial endogámico y alejado de la realidad social sea quien elige al CGPJ. Esto no va a hacer desaparecer la politización, es un espejismo ideológico: Los jueces seguirán teniendo su ideología y sus ideas sobre cómo ha de aplicarse y/o interpretarse la ley. Esconder la dimensión política del poder judicial no va a construir más que una pantalla ilusoria de independencia.

La solución tampoco es la que plantea el PSOE. La elección de los cargos judiciales que pasa a través del poder legislativo no hace más que poner a los jueces en manos de la partitocracia. En teoría hablamos de la separación de los tres poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, pero en España es el poder legislativo en manos de los partidos quien elige al presidente y a los cargos judiciales, rompiendo la supuesta independencia de poderes y alejando la democracia del pueblo.

¿Y si en lugar de todo esto, fueran los ciudadanos quienes votaran los mecanismos de gobierno del poder judicial, así como cargos como el fiscal general del estado o el defensor del pueblo, con candidaturas ajenas al sistema estándar de partidos políticos y con leyes estrictas que asegurasen la separación de tales poderes, incompatibilizando la labor del juez con cualquier dimensión política de partido?

Pero tal cosa significaría dar más poder a los ciudadanos y arrebatarlo a las organizaciones monolíticas que aglutinan todo el poder en España, que son los partidos políticos; así que raro será que veamos este tipo de medidas tan siquiera planteadas en un medio de comunicación de masas, ya sea uno adscrito al PP, o ya sea uno adscrito al PSOE.