sábado, 11 de junio de 2016

El retorno de la socialdemocracia: Unidos Podemos, Syriza, Corbyn y Sanders



Conservadores y socialdemócratas

La socialdemocracia llevaba desaparecida desde la caída de la Unión Soviética y el cambio a nivel global que supuso la Tercera Vía de Tony Blair, aquello que Margaret Thatcher definió como "mi mayor triunfo": Que el enemigo ideológico se rindiera y pasara a hablar su mismo lenguaje.

La transformación de los partidos "socialistas" europeos derivó en posiciones de derecha progresista, apenas distinguibles excepto en las cuestiones sociales de una derecha conservadora a su vez suavizada. Ni siquiera Zapatero, que fue tomado en su momento como una renovación socialista a nivel europeo tras la aprobación del matrimonio homosexual, se enfrentó nunca al poder económico; llevó a cabo reformas socialmente progresistas, incluso se atrevió a ser keynesiano con el Plan E, pero nunca se opuso al poder. Y en cuanto Europa le llamó a filas fue responsable de una nueva reforma laboral contra las clases trabajadoras.

Tampoco la derecha conservadora de hoy en día se parece mucho a la de mediados del Siglo XX, esa que te pegaba dos tiros en una manifestación como si tal cosa y que se tomaba "los valores" realmente en serio, más allá de usarlos como jugada de marketing para contentar a parte de su electorado como vemos hoy.

Encontramos tanto en la derecha progresista ("socialistas") como en la derecha conservadora ("populares") una hegemonía del capitalismo monopolista, habiéndose convertido este tipo de partidos a lo largo de occidente en ligeras variantes de una misma gestión del Estado por parte de grandes empresas decididas a terminar paso a paso con el Estado del Bienestar, que ven como una incongruencia histórica que hubo que otorgarle a la clase trabajadora por temor a las revoluciones comunistas, allá cuando la URSS estaba en pie. No debemos olvidar que cuando la socialdemocracia ha sido capaz de lograr avances, ha sido porque había una verdadera amenaza revolucionaria que poner encima de la mesa.

Para facilitar este derrumbe del incómodo Estado del Bienestar y de las conquistas de los trabajadores, se ha desarrollado en los últimos años un nuevo impulso ideológico de corte "liberal" cuya principal seña de identidad es una oposición radical al Estado, casi "anarcocapitalista", que trata de convencer a las clases trabajadoras de que si se debilita al Estado tendrán más posibilidades de medrar, como si fueran a repartirse las fichas otra vez en una Plaza del Mercado ideal, como si los promotores de esta ideología, este mismo capitalismo monopolista y sus medios de comunicación, fueran a renunciar a su poder sobre la estructura económica y social solo porque no ejecuten este control a través del Estado.

Y aun así, el Estado es demasiado útil para el que quiere que las cosas se queden como están. Demasiado útil como para renunciar a él. Por ello, se mantiene de manera deliberada a las opciones políticas ideológicamente puras (en España el P-Lib) en una absoluta marginalidad, tratando de hacer creer que hay "segundas opciones" mejores, curiosamente aquellas que representan al capital monopolista.




Moderados y radicales

La hegemonía del capitalismo monopolista a día de hoy es tal que hace que todo lo que se desvíe de la norma y pretenda tocar cuestiones sociales básicas sea tomado como radical. Hoy en España vemos a VOX como a un partido de ultraderecha, cuando su postura hubiera sido una cosa normal en la derecha conservadora de hace 60 años (pero hoy incluso VOX se acobarda a la hora de abandonar el discurso hegemónico y sigue diciendo esa estupidez de que es al mismo tiempo liberal y conservador, mientras basa sus campañas en gestos vacíos).

Del mismo modo, los medios de comunicación se esfuerzan en mostrar a Unidos Podemos como peligrosos comunistas, cuando son partidos que aceptan el juego capitalista y la representatividad democrática, y pretenden una reforma del sistema dentro de sus propias leyes, tratando desde el Estado de corregir los desequilibrios del capitalismo sin acabar con él, de equilibrar un poco la balanza a favor de las clases populares. Lo cual, obviamente, es la socialdemocracia de toda la vida.

El problema, es que aquellos que ostentan actualmente el poder (en España la banca, la gran empresa que resumimos como "el IBEX", las clases privilegiadas) han llegado a tal poder sobre los medios de comunicación y tal hegemonía ideológica, que tienen la capacidad de definir su postura dentro de un pequeño intervalo de variaciones como "moderación". Y si el radical es quien no acepta las reglas del juego establecido, es en tiempos de crisis cuando la narrativa de los "moderados" que tratan lo existente como si fuera lo adecuado pierde fuerza.

Pero es que ni siquiera aquellos que los medios al servicio de las clases privilegiadas tachan de radicales mientras gritan su "que viene el lobo" son verdaderos radicales. El control que se trata de ejercer desde el poder es sin embargo tal, que no puede admitirse siquiera un pequeño desvío sobre la manera en que consideran que debe ser gestionada la democracia de "libre mercado".




El retorno de la socialdemocracia

Tras una temporada en que la izquierda miraba hacia América Latina y los experimentos de su nueva izquierda porque en Europa no había absolutamente nada que mirar, el retorno de la socialdemocracia comienza con la aparición de Syriza en Grecia. No tardaríamos demasiado en ver cómo se mantienen también las peores tradiciones de la socialdemocracia -plegarse al poder cuando las cosas se ponen feas, demostrando que si conservamos el actual sistema, el Estado está sometido a los mercados-.

El retorno de la socialdemocracia continúa con Podemos en España, y surge también en países menos revueltos -sin los años de lucha de Grecia o el 15M español- con su regreso desde dentro de las propias filas de los partidos de derecha progresista: Corbyn en el Reino Unido, y el fenómeno Sanders en el Partido Demócrata de los EEUU. En el actual proceso de selección del candidato demócrata para las próximas elecciones, el público estadounidense empieza a darse cuenta de que el Sanders socialdemócrata y la Hillary "liberal" no tienen nada que ver, y si son arrastrados a las urnas será azuzados por el miedo a Trump.



La situación española

En el panorama político español, el abandono parcial de Podemos de sus pretensiones de transversalidad y el cierre total de la posibilidad de un votante que provenga de la derecha tras encontrar al fin los medios en Venezuela una base desde la que atacar, han acabado por situar a este partido en la socialdemocracia, hasta tal punto que es al fin reconocido por sus dirigentes.

La decadencia del Partido Popular producto de las tensiones internas y de una corrupción generalizada que muestra al partido como un grupo de políticos que la gran empresa soborna regularmente para legislar a su favor -ese es el verdadero significado de los papeles de Bárcenas-, ha acabado por estallar su contradicción principal, que era la de unir a conservadores y liberales en un mismo partido. Atrás quedaron los esfuerzos de construir a un votante que es "liberal en lo económico y conservador en lo social", dejando el espacio del "partido conservador" (aunque sin mucha convicción) al PP y el espacio del "partido liberal" a Ciudadanos.

Antes de esta fractura se trató sin éxito de abrir un espacio por la derecha con VOX, para descubrir que afortunadamente en ese lugar del espectro político hay más tertulianos que votantes.

Entonces, si el Partido Popular son los conservadores, Ciudadanos los liberales e IU-Podemos los socialdemócratas, la gran pregunta es, ¿y el PSOE qué pinta en todo esto?. Quizá la inevitabilidad del proceso de "pasokización" de un PSOE que se ve tercero en las próximas elecciones, tenga que ver con la ausencia de un espacio político para este partido.

Abandonada la socialdemocracia, afirmando que todavía lo es, ocupa un espacio extraño, una tierra de nadie que no resulta ideológicamente atractiva porque realmente no representa ideología alguna, más que una derecha vagamente progresista que no admite ser lo que realmente es.