jueves, 27 de octubre de 2011

Primero ocupar. Las demandas ya vendrán después.

Artículo original de Slavoj Zizek en The Guardian, 26 de Octubre de 2011, particularmente a colación de unas declaraciones de Bill Clinton guiñando el ojo -como ya en España pretendió hacer el PSOE- a los manifestantes que arrancaron con el #occupywallstreet
http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2011/oct/26/occupy-protesters-bill-clinton


Primero ocupar. Las demandas ya vendrán después.

¿Qué hacer después de que las 'ocupaciones' de Wall Street y más allá, después de las protestas que empezaron allá a lo lejos, alcanzaron el centro y ahora, reforzadas, están regresando al resto del mundo? Uno de los grandes peligros a los que se enfrentan quienes protestan es la posibilidad de enamorarse de sí mismos. En un eco de Wall Street, esta semana en San Francisco, un hombre se dirigió a la multitud invitándoles a participar como si estuviera sucediendo al estilo hippy de los 60: "Nos preguntan cuál es nuestro programa. No tenemos programa. Estamos aquí para pasar un buen rato."

Nada bueno sale de un carnaval así. La verdadera prueba del valor de lo que está pasando es lo que permanece el día después. Será la forma en la que cambie nuestra vida diaria. Quienes protestan deberían enamorarse del trabajo duro y paciente; esto es el principio, no el final. El mensaje esencial es que el tabú está roto, que no vivimos en el mejor mundo posible. Así que estamos incluso forzados a pensar en alternativas.

En una especie de triada hegeliana, aquellos que provienen de la antigua izquierda occidental y participan en estas protestas han cerrado su círculo: tras abandonar el "esencialismo de lucha de clases" por una pluralidad de luchas anti-racistas, feministas y de otro tipo, el capitalismo está resurgiendo claramente como el nombre del auténtico problema. Así que la primera lección que ha de sacarse de aquí es: no le eches la culpa a la gente y sus actitudes. El problema no es la corrupción o al avaricia, el problema es el sistema que te impulsa a ser corrupto. La solución no es "Main Street, not Wall Street" ["Calle Principal, no Wall Street", expresión intraducible, N.del T.], sino cambiar el sistema en el que la Calle Principal no puede funcionar sin Wall Street.

Hay un largo camino por delante, y pronto tendremos que enfrentarnos a las cuestiones verdaderamente difíciles. No las de lo que no queremos, sino las de lo que queremos. ¿Qué organización social puede sustituir al capitalismo existente? ¿Qué tipo de nuevos líderes necesitamos? ¿Qué órganos, incluyendo los de control y represión? Las alternativas del Siglo XX obviamente no funcionaron.

Mientras que resulta emocionante disfrutar los placeres de la "organización horizontal" de masas que protestan con solidaridad igualitaria y mediante debates libres y abiertos, deberíamos también tener en cuenta aquello que escribió G.K.Chesterton: "Tener tan sólo la mente abierta no es nada; el objetivo de abrir la mente, como cuando se abre la boca, es cerrarla de nuevo sobre algo sólido". Esto también se sostiene en el campo de la política en tiempos de incertidumbre: los debates abiertos tendrán que concretarse no sólo generando nuevos significantes-maestros [término lacaniano para referirse a las palabras que en nuestras mentes sirven como ejes esenciales para definir la realidad, N.del T.], sino también como respuestas concretas a la vieja cuestión leninista, "¿Qué se ha de hacer?".

Los ataques conservadores directos son fáciles de combatir. ¿Son las protestas antiamericanas? Cuando los fundamentalistas conservadores afirman que América es una nación cristiana, uno debería recordarles lo que es la cristiandad: el Espíritu Santo, la comunidad libre e igualitaria de creyentes unidos por el amor. Son los manifestantes quienes son el Espíritu Santo, mientras que en Wall Street los paganos adoran a falsos ídolos.

¿Son violentos los manifestantes? Cierto es que su mismo lenguaje pudiera parecer violencia (ocupación, etc), pero sólo son violentos en el sentido en que Mahatma Gandhi era violento. Son violentos porque quieren detener la manera en la que son las cosas. ¿Pero qué es esta violencia comparada con la violencia imprescindible para sostener y pulir el funcionamiento del sistema capitalista global?

Les llaman perdedores. ¿Pero no están los verdaderos perdedores en Wall Street, no son los perdedores acaso aquellos que han tenido que recibir rescates masivos? Les llaman socialistas, pero en EEUU el socialismo sólo se da entre los ricos que se ayudan entre sí cuando pierden. Se acusa a los manifestantes de no respetar la propiedad privada, pero la especulación en Wall Street que llevó al crash de 2008 acabó con más propiedad privada que si los manifestantes hubieran estado destruyendo cosas noche y día. Sólo hay que pensar en los miles de casas vaciadas por órdenes de deshaucio.

No son comunistas, si es que comunismo significa el sistema que merecidamente colapsó en 1990; y recordemos que los comunistas que siguen hoy día en el poder, son los que gobiernan bajo un capitalismo más despiadado. El éxito del capitalismo chino es un signo del mal agüero sobre el hecho de que el matrimonio entre el capitalismo y la democracia se está acercando a su divorcio. El único sentido en el que los manifestantes son comunistas es en que se preocupan por los bienes comunes -de la naturaleza, del conocimiento- que están amenazados por el sistema.

Se les descarta por ser soñadores, pero los verdaderos soñadores son quienes piensan que las cosas pueden seguir indefinidamente como hasta ahora, apenas con algunos cambios cosméticos. No son soñadores, son el despertar de un sueño que se está tornando en pesadilla. No están destruyendo nada, sino que están reaccionando al modo en que el sistema se está destruyendo gradualmente a sí mismo. Todos conocemos la clásica escena de los dibujos animados: el gato llega a un precipicio pero sigue andando y sólo se cae cuando mira hacia abajo y se da cuenta del abismo que hay allá. Los manifestantes tan sólo están recordándole a quienes están en el poder que miren hacia abajo.

Esta es la parte fácil. Quienes protestan deberían cuidarse no sólo de sus enemigos, sino también de falsos amigos que fingen apoyarles pero que ya están trabajando duramente para diluir la protesta. Del mismo modo que obtenemos café sin cafeína, cerveza sin alcohol o helados sin grasas, los que están en el poder intentarán convertir las protestas en un gesto moralista inofensivo.

En el boxeo, un abrazo consiste en agarrar el cuerpo del oponente con uno o los dos brazos para prevenir u obstaculizar los puñetazos. La reacción de Bill Clinton a las protestas de Wall Street es un caso perfecto de 'abrazo' político. Clinton piensa que las protestas son "en su fondo, una cosa positiva", pero le preocupa lo nebuloso de la causa: "Tienen que estar a favor de algo específico, y no sólo contra algo, porque si estás sólo contra algo, algún otro llegará para llenar el vacío que tú creas", dijo. Clinton sugirió que los manifestantes apoyen el programa de empleo del Presidente Obama, que según afirmó crearía "un par de millones de empleos en el próximo año y medio".

Lo que uno debería resistir en esta etapa es precisamente una traslación tan rápida de la energía de la protesta hacia un conjunto de demandas pragmáticas concretas. Sí, las protestas crearon un vacío, un vacío en el campo de la ideología hegemónica, y se necesita tiempo para llenar este vacío apropiadamente. Porque funciona como si se tratara de un vacío preñado, de una apertura para lo verdaderamente nuevo.

La razón por la que la gente salió a la calle, es que ya habían tenido suficiente de ese mundo en el que reciclar tus latas de Coca-cola, dar un par de dólares a la caridad o comprar un cappuccino en algún lugar donde un 1% vaya a países en vías de desarrollo, es suficiente para sentirse uno bien. Después de externalizar el trabajo y la tortura, después de que las agencias matrimoniales empezaran incluso a subcontratar a otros países el origen de sus citas, se dieron cuenta de que llevaban mucho tiempo permitiendo que su implicación política también fuera subcontratada. Y ahora la quieren de vuelta.

El arte de la política consiste también en insistir en una demanda en particular que, aunque en sentido estricto sea "realista", perturbe el núcleo central de la ideología hegemónica: es decir, ha de ser una demanda que, aunque sea perfectamente factible y legítima, sea de facto imposible (la sanidad pública universal en EEUU fue un caso así). En el periodo que siga a las protestas en Wall Street, sin duda deberíamos movilizar a la gente para realizar tales demandas. Sin embargo, no es menos importante permanecer al mismo tiempo fuera del campo pragmático de las negociaciones y las propuestas "realistas".

Lo que uno siempre debería tener en mente es que cualquier debate aquí y ahora se constituye necesariamente como un debate en terreno enemigo; se necesita tiempo para desplegar el nuevo contenido. Todo lo que ahora digamos se nos puede arrebatar, todo excepto nuestro silencio. Este silencio, este rechazo al diálogo, a todas las formas de 'abrazo político' de los falsos amigos, es nuestro "terror", tan amenazante y siniestro como debe de ser.

martes, 11 de octubre de 2011

"No tengáis miedo de querer realmente lo que deseáis". Slavoj Zizek en Wall Street

Traducción de la transcripción del discurso de Slavoj Zizek en Wall Street, octubre de 2011. Particularmente relevante por la relación de algunos de los puntos de los que habla Zizek respecto al 15M español que precedió al #occupywallstreet.

(la repetición de las voces en el vídeo original responde a que no dejan utilizar megáfonos en Wall Street, con lo que se ha montado un 'coro improvisado' para que quien habla pueda hacerse oir)





Somos todos perdedores, pero los verdaderos perdedores están aquí abajo en Wall Street. Fueron abandonados por miles de millones de nuestro dinero. Nos llaman socialistas, pero aquí siempre hay socialismo para los ricos. Dicen que no respetamos la propiedad privada, pero en el crash financiero del 2008 se destruyó más propiedad privada por la que se trabajó duramente que si todos nosotros aquí nos dedicáramos a destruirla día y noche durante semanas. Os dicen que sois soñadores. Los verdaderos soñadores son los que piensan que las cosas pueden seguir como están de forma indefinida. No somos soñadores. Estamos despertando de un sueño que se está convirtiendo en una pesadilla.

No estamos destruyendo nada. Sólo estamos siendo testigos de cómo el sistema se está destruyendo a sí mismo. Todos conocemos la clásica escena de los dibujos animados. El gato llega a un precipicio pero sigue caminando, ignorando el hecho de que no tiene nada bajo sus pies. Sólo cuando mira hacia abajo y se da cuenta, cae. Eso es lo que estamos haciendo aquí. Les estamos diciendo a los de Wall Street, "¡Hey, mirad para abajo!".

A mediados de Abril de 2011, el gobierno chino prohibió en TV, películas y novelas, todas las historias que contuvieran realidades alternativas o viajes en el tiempo. Esta es una buena señal para China. Esa gente todavía sueña con alternativas, con lo que tienes que prohibir que sueñen. Aquí no necesitamos una prohibición, porque el sistema dominante ha oprimido incluso nuestra capacidad para soñar. Mirad las películas que vemos todo el tiempo. Es sencillo imaginar el fin del mundo. Un asteroide destruyendo toda la vida, etcétera. Pero no puedes imaginar el fin del capitalismo.

Así pues, ¿qué estamos haciendo aquí? Dejadme que os cuenta una vieja broma maravillosa de la era Comunista. Un tipo es enviado desde la Alemania del Este para trabajar en Siberia. Sabía que los censores leerían su correo, así que le dijo a sus amigos: "Establezcamos un código. Si recibís una carta mía escrita con tinta azul, lo que digo es verdad. Si está escrita con tinta roja, es mentira." Un mes después, sus amigos obtienen la primera carta. Todo está en azul. La carta dice: "Todo es maravilloso aquí. Las tiendas están llenas de buena comida. Los cines ponen buenas películas occidentales. Los apartamentos son grandes y lujosos. Lo único que no puedes comprar es tinta roja". Así es como vivimos. Tenemos todas las libertades que queremos. Pero lo que nos falta es la tinta roja: el lenguaje para articular nuestra no-libertad. El modo en que se nos enseña a hablar sobre la libertad -guerra contra el terrorismo, etcétera- falsifica la libertad. Y esto es lo que estáis haciendo aquí. Nos estáis dando a todos tinta roja.

Hay un peligro aquí. No os enamoréis de vosotros mismos. Lo estamos pasando bien aquí. Pero recordad, los carnavales son cosa de mala calidad. Lo que importa es el día después, cuando tengamos que volver a nuestras vidas normales. ¿Habrá algún cambio entonces? No quiero que recordéis esos días como, ya sabéis, "Oh, éramos jóvenes y fue bonito". Recordad que nuestro mensaje esencial es "Se nos permite pensar sobre alternativas". Si esto está roto, no vivimos en el mejor mundo posible. Pero hay un largo camino por delante. Hay preguntas realmente difíciles que confrontar. Sabemos lo que no queremos. Pero, ¿qué queremos? ¿Qué tipo de organización social puede sustituir al capitalismo? ¿Qué tipo de nuevos líderes queremos?

Recordad. El problema no es la corrupción o la avaricia. El problema es el sistema. Te fuerza a ser corrupto. Cuidaos no sólo de los enemigos, sino también de los falsos amigos que ya están trabajando para diluir este proceso. Del mismo modo en que te dan café sin cafeína, cerveza sin alcohol, helados sin grasas, intentarán convertir esto en una protesta ética e inofensiva. Un proceso descafeinado. Pero la razón de que estemos aquí es que ya hemos tenido suficiente de este mundo en el que reciclar latas de Coca-cola, dar un par de dólares a la caridad o comprar un cappucino de Starbucks del que un 1% va a niños que mueren de hambre en el tercer mundo es suficiente para hacernos sentir bien. Tras subcontratar el trabajo y la tortura, después de que las agencias matrimoniales subcontraten nuestra vida amorosa, podemos ver que durante mucho tiempo hemos permitido que nuestra participación política sea también subcontratada. La queremos de vuelta.

No somos Comunistas si el Comunismo significa un sistema que colapsó en 1990. Recordad que hoy en día esos Comunistas son los Capitalistas más eficientes y despiadados. En la China de hoy, tenemos un Capitalismo que es incluso más dinámico que vuestro Capitalismo Americano, pero que no necesita democracia. Lo que significa que cuando critiques el Capitalismo, no te dejes chantajear con que estés contra la democracia. El matrimonio entre democracia y Capitalismo se ha terminado. El cambio es posible.

¿Qué percibimos hoy como posible? Tan sólo tenéis que seguir lo que dicen los medios. Por un lado, en lo que respecta a tecnología y sexualidad, todo parece posible. Puedes viajar a la luna, puedes hacerte inmortal mediante la biogenética, puedes tener sexo con animales o lo que sea, pero mirad al campo de la sociedad y la economía. Ahí, casi todo se considera imposible. Quieres subir un poquito los impuestos para los ricos. Te dicen que es imposible. Perdemos competitividad. Quieres más dinero para la sanidad, te dicen, "Imposible, esto significa un estado totalitario". Hay algo errado en un mundo en el que te están prometiendo la inmortalidad pero no se puede gastar un poquito más en sanidad. Quizá debemos dejar claras nuestras prioridades aquí. No queremos un estándar de vida más alto. Queremos un estándar de vida mejor. El único sentido en el que somos Comunistas es que nos preocupan los bienes comunes. Los bienes comunes de la naturaleza. Los bienes comunes de lo privatizado mediante la propiedad intelectual. Los bienes comunes de la biogenética. Por esto, y sólo por esto, deberíamos luchar.

El comunismo falló absolutamente, pero los problemas de los bienes comunes están aquí. Están diciéndoos que no somos americanos aquí. Pero se les debería recordar una cosa a los fundamentalistas conservadores que afirman que son realmente americanos: ¿Qué es la Cristiandad? Es el espíritu santo. ¿Qué es el espíritu santo? Es una comunidad igualitaria de creyentes unidos por el amor de unos a otros, y que sólo tienen su propia libertad y responsabilidad para construir esa comunidad. En este sentido, el espíritu santo está aquí ahora. Y allá en Wall Street, hay paganos que están adorando a ídolos blasfemos. Así que todo lo que necesitamos es paciencia. Lo único que me asusta es si algún día simplemente volvemos a casa y luego quedamos una vez al año, bebiendo cerveza, y recordando nostálgicamente "Qué buen momento pasamos entonces". Prometéos a vosotros mismos que esto no sucederá. Sabemos que la gente a menudo desea algo pero no lo quiere realmente. No tengáis miedo de querer realmente lo que deseáis.

Muchas gracias.

lunes, 12 de septiembre de 2011

¿Está obsoleto el trabajo?

Traducido de CNN.com,

http://edition.cnn.com/2011/OPINION/09/07/rushkoff.jobs.obsolete/index.html

¿Está obsoleto el trabajo?

Douglas Rushkoff es teórico de medios y autor de "Program or Be Programmed: Ten Commands for a Digital Age" y "Life Inc: How Corporatism Conquered the World and How We Can Take it Back."


(CNN) – El Servicio Postal de los Estados Unidos parece ser la víctima más reciente en la lenta pero firme sustitución de humanos trabajadores por tecnología digital. A no ser que se encuentre una fuente de financiación externa, correos tendrá que reducir drásticamente sus operaciones, o simplemente cerrar por completo. Eso supone 600.000 personas en el paro, y otros 480.000 jubilados enfrentándose a un ajuste.


Podemos culpar a la derecha por intentar socavar las condiciones de trabajo, o a la izquierda por intentar conservar los sindicatos ante los recortes gubernamentales y corporativos. Pero el verdadero culpable -al menos en este caso- es el email. La gente envía un 22% menos correo de lo que hacía hace cuatro años, eligiendo pagar mediante factura electrónica y prefiriendo otros medios de comunicación en Internet antes que sobres y sellos.


Las nuevas tecnologías están sembrando el caos en las cifras de empleo, desde las tarjetas para pagar automáticamente en los peajes que acaban con los empleos de personas a quienes pagabas allí a mano, a los automóviles auto-conducidos de Google que podrían dejar obsoletos a los taxistas. Cada nuevo programa de ordenador está haciendo básicamente alguna tarea que antes solía hacer una persona. Y el ordenador habitualmente lo hace más rápido, de manera más exacta, por menos dinero, y sin gastos de seguridad social.


Nos gusta creer que la respuesta apropiada es entrenar a los humanos para que realicen un trabajo más especializado. En lugar de recoger los pagos del peaje, el trabajador entrenado arregla y programa los robots que recogen los peajes. Pero eso nunca funciona así, porque los robots sustituyen a mucha más gente de la que se necesita para programarlos.


Así que el presidente aparece en televisión y nos dice que la gran cuestión de nuestro tiempo es el empleo, empleo, empleo, como si la razón para construir trenes de alta velocidad y arreglar puentes fuera poner a gente a trabajar. Me parece que hay algo retrógrado en esa lógica. Me pregunto si estamos dispuestos a aceptar una cuestión que necesita ser planteada.


E incluso me da miedo preguntar esto, pero, ¿desde cuando es el desempleo realmente un problema?. Entiendo que todos queramos nuestra nómina. Queremos comida, abrigo, ropa, y todas las cosas que el dinero nos compra. Pero, ¿realmente queremos trabajos?


Vivimos en una economía en la cual el objetivo ya no es la productividad, sino el empleo. Esto se debe a que en esencia tenemos practicamente todo lo que necesitamos. América es lo bastante productiva como para dar abrigo, alimento, educación e incluso sanidad para toda su población, y para eso bastaría con que trabajara una fracción de los que ahora trabajamos.


Según la FAO, hay suficiente comida como para darle a todos y cada uno de los habitantes del mundo 2,720 calorías al día. Y eso incluso a pesar de que América tire a la basura miles de toneladas de leche y cosechas tan sólo para mantener altos los precios. Mientras tanto, los bancos americanos sobrecargados de casas cuyos dueños no pudieron pagar la hipoteca, están demoliendo las casas vacías para sacarlas de sus libros de cuentas.


Nuestro problema no es que no tengamos suficientes cosas, es que no tenemos suficientes maneras para que la gente trabaje y demuestre que se merece estas cosas.


El empleo como tal es un concepto relativamente nuevo. Una cosa es que la gente haya trabajado siempre, pero hasta la llegada de la corporación en el Renacimiento temprano, la mayor parte de la gente trabajaba para sí misma. Hacían zapatos, desplumaban pollos, o generaban cosas de algún modo valiosas para otra gente, quienes entonces lo comerciaban o pagaban por esos bienes y servicios. En la Edad Media tardía, la mayor parte de Europa prosperaba bajo este sistema.


Los únicos que estaban perdiendo riqueza eran los aristócratas, que dependían de sus títulos para sacarle dinero a los que trabajaban. Así que inventaron los monopolios colegiados. Por ley, en la mayor parte de las grandes industrias los pequeños negocios fueron cerrados y en su lugar la gente tuvo que trabajar para corporaciones aprobadas oficialmente. Desde entonces, para la mayor parte de nosotros, trabajar pasó a significar “conseguir trabajo”.


La Era Industrial en gran medida consistió en hacer que esos trabajos fueran lo menos importantes y especializados que fuera posible. El objetivo de tecnologías como la línea de producción no era tanto hacer la producción más rápida como hacerla más barata, y a los trabajadores más sustituíbles. Ahora que estamos en la era digital, estamos utilizando la tecnología de la misma manera: Para aumentar la eficiencia, despedir a más gente, e incrementar los beneficios de las corporaciones.


Mientras que esto es ciertamente malo para los trabajadores y los sindicatos, me tengo que preguntar si es malo para la gente. ¿No era esto para lo que siempre quisimos de la tecnología? La pregunta que tenemos que empezar a hacernos no es cómo darle un empleo a toda la gente que la tecnología acaba dejando obsoleta, sino, ¿cómo organizamos una sociedad alrededor de algo que no sea el empleo?. ¿Podría cambiarse el espíritu de la iniciativa privada de modo que se deslizara hacia algo más cooperativo, con más propósito, incluso con más sentido?


Pero en lugar de eso, estamos intentando aplicar la lógica de la escasez en la plaza del mercado para negociar cosas que resulta que tenemos en abundancia. Lo que nos hace falta no es empleo, sino un modo de distribuir justamente el botín que hemos generado mediante nuestras tecnologías, y una modo de crear sentido en un mundo que ya ha producido demasiadas cosas.


La respuesta comunista a esta cuestión fue simplemente la de distribuirlo todo equitativamente. Pero aquello socavaba la motivación y nunca acabó de funcionar como se anunciaba. Lo contrario, la respuesta liberal (y la manera en la que parece que van las cosas ahora) sería la de sencillamente dejar en su sufrimiento a quienes no pueden sacar provecho del botín. Cortar los servicios sociales junto a sus trabajos, y tener la esperanza de que se desvanezcan en la distancia.


Pero todavía podría haber otra posibilidad, algo que no pudiéramos haber imaginado hasta la era digital. Como pionero de la realidad virtual, Jaron Lanier destacó recientemente que ya no necesitamos hacer cosas para hacer dinero. Podemos intercambiar productos basados en un intercambio de información.


Comencemos aceptando que comida y abrigo son derechos humanos básicos. Aparte de esto el trabajo que hacemos, el valor que creamos, es para el resto de lo que necesitamos: Esas cosas que hacen que la vida sea divertida, que tenga propósito y un sentido.


Este tipo de trabajo sería más una actividad creativa quen un "empleo". Al contrario que el empleo en la Era Industrial, la producción digital puede llevarse a cabo desde casa, de manera independiente, e incluso de un modo peer-to-peer sin tener que pasar a través de las grandes corporaciones. Podemos crear juegos unos para los otros, escribir libros, resolver problemas, educarnos e inspirarnos los unos a los otros, todo a través de bits en lugar de 'cosas'. Y podemos pagarnos los unos a los otros utilizando el mismo dinero que usamos para comprar cosas de verdad.


Quizá entonces, en esta situación en la que estamos luchando contra lo que parece ser una recesión económica global destruyendo comida y demoliendo casas, debamos pararnos a pensar ese concepto del trabajo en cunto que aspecto principal de nuestras vidas que quisiéramos salvar. Y es que el trabajo podría ser un método, pero no es un fin en sí mismo.

jueves, 18 de agosto de 2011

Por qué nos equivocamos. El error táctico al actuar en las JMJ

Original formateado y reproducido con permiso de "Esto solo lo arreglamos sin ellos" en:

Grupo de Facebook de "Esto solo lo arreglamos sin ellos":






Por qué nos equivocamos. El error táctico al actuar en las JMJ

El poder financiero, la gran empresa, los grandes partidos políticos, en fin, los dueños y fabricantes de la pesadilla colectiva en la que nos desenvolvemos sus víctimas, están de enhorabuena.


El enfrentamiento entre los partidarios de Benedicto y los laicos ha llenado las calles de viejos esquemas. Y repetir esquemas de los viejos tiempos es regresar a un terreno en el que el poder se siente cómodo. Un escenario de división, de enfrentamiento, donde ellos pueden dibujar una línea en la arena. Un escenario en el que saben lo que sucede, y pueden jugar con unos y con otros, y contra todos.


A este lado de la raya los católicos, al otro los "anti-Papa". A este los jóvenes devotos, al otro los ateos. Y sin tener que hacer unos malabares muy complejos, a este lado las izquierdas y al otro las derechas. Aunque no sea verdad. Pero es que aquí lo importante nunca ha sido la verdad. Lo que a ellos importa es el entramado de símbolos con cuya combinación se construye el espectáculo servido por los medios de comunicación, que es el que enseña cada día a la gente lo que se puede hacer y sobre todo cómo está permitido hacerlo.


Algunos mirarán los periódicos y pensarán que unos les apoyan y otros no. Diario Público destacará el intento de atentado químico de un integrista ultracatólico -de los que tenemos demasiados últimamente- y cómo los participantes de las JMJ intentaron bloquear la marcha laica con la connivencia policial que golpeó contra la marcha legal, mientras titulan "El 15-M: Que los fieles financien la iglesia católica". En El Mundo y otros diarios cercanos al votante del Partido Popular, dirán que los del 15M fueron de algún modo violentos y por tanto, implícitamente, culpables.


Ambos son el enemigo. Ambas perspectivas juegan contra el interés de un verdadero poder popular, y eso es precisamente lo esencial a entender aquí.


En primer lugar, recordemos la histeria del poder ante un movimiento que ha sido incapaz de etiquetar, de catalogar. Y estamos hablando de un terror increíble, paralizador para las estructuras dedicadas al sometimiento del ciudadano. La idea de pedir "más democracia", que ha podido ser tomada por muchos como excesivamente suave, fue sin embargo una de las cuestiones que dejó totalmente fuera de juego a un poder que ha intentado atacarlo sin descanso desde el momento en que surgió. Haciéndose difícil el flanco político, se pasó a insistir calificando las protestas de violentas (aunque se tratara de un movimiento sorprendentemente pacífico), o utilizando nimiedades que aun así pueden funcionar en la mente del ciudadano con prejuicios culturales, como el apelativo de "perroflautas". Todo vale para construir el enfrentamiento entre los ciudadanos que los mantenga ocupados para dejar el poder en sus manos mientras ellos dirigen y por tanto gobiernan a ambos bandos.


Con las JMJ, el poder ha encontrado por fin la división ciudadana que necesitaba. Ahora tiene en sus manos una perfecta colección de ingredientes para construir su propaganda. ¡Si hasta se puede llamar "curas rojos" a los que se oponen, y asunto arreglado!


¿Qué hacer entonces? ¿Callar?


Los gastos de las JMJ son sin duda repugnantes, pero tiene algo de razón la crítica que plantea, ¿por qué criticar tanto las JMJ, y no la celebración de otros eventos?. Y es que quizá este débil motivo oculta las verdaderas razones para la crítica, que son mucho más profundas que un exceso de gastos por parte del Estado. El problema, quizá, es que el mensaje en la calle no ha sido lo bastante radical. Que el Estado no se someta a los poderes eclesiásticos puede ser sin duda una causa loable, pero sigue tratándose de una crítica insuficiente al modo en que los pastores devoran las almas que dicen querer salvar.


Hacia una crítica real han apuntado casi de refilón el centenar de curas madrileños que han protestado por el boato y por la hipócrita alianza de Rouco Varela con los poderes empresariales mientras el cardenal hablaba de que la crisis es de naturaleza "moral". Pero esta crítica sigue siendo muy incompleta, puesto que no entra en lo verdaderamente importante: La cuestión de la propia jerarquía y de la institucionalización del hecho religioso. La comparación que hacía una pancarta hablando de "combate espiritual" entre Benedicto y Stéphane Hessel yerra también, porque aquello del "sentimiento religioso" no se reduce a una cuestión ética.


Una verdadera reprobación de la Iglesia Católica debe necesariamente penetrar y deconstruir el hecho religioso en sí para que este sea re-apropiado por aquellos con sensibilidades o creencias religiosas. Al fin y al cabo si la mayoría de los españoles católicos no son practicantes ni siguen a Roma a pesar de declararse como católicos, ¿por qué no tiene este hecho una expresión en lo real?


Y más aún: Del mismo modo que en nuestros tiempos es el político profesional quien se interpone entre el ciudadano y su participación política, debemos entender que el sacerdote es quien se interpone entre el hombre interesado por determinadas cuestiones vitales y su experiencia de lo divino/sublime. Este es el mismo enfrentamiento que lleva dándose durante toda nuestra historia entre la mística y la religión institucionalizada que siempre la cercena.


Para entender esta carencia en el discurso 'rebelde', y cómo la cuestión religiosa ha sido precisamente un punto débil explotable para golpear a eso que los medios de comunicación han bautizado como"movimiento 15M" con la ayuda de demasiados "indignados" sin duda de buenas intenciones, sólo tenemos que remontarnos a la Acampada de Sol y al esperpéntico espectáculo que se dio con la "Comisión de Espiritualidad". Aquel momento en que de pronto en el campamento surgieron toda una serie de actividades, desde meditaciones en grupo a cuencos tibetanos, que suscitaron tal pitorreo que en la página oficial se llegó a borrar la lista de actividades, e incluso se eliminaron algunos mensajes críticos, convirtiéndolo así en un desatino aún mayor.


Parecía que en esta nueva ciudad que se estaba construyendo con tanta ilusión había un Templo, ¿y eso por qué?. ¿No había problema en que existiera un templo siempre que fuera de un tipo "alternativo"?. ¿No es acaso un contrasentido defender la separación entre Iglesia y Estado para luego montar un Templo Alternativo en cuanto surge la primera oportunidad?


Todo esto se debió sin duda a la influencia de colectivos provenientes de la "nueva era" que, tradicionalmente apolíticos, se unieron en muchos lugares como en Sol. Pero la polémica desatada a raíz de la "Comisión de Espiritualidad" también fue síntoma de una absoluta incapacidad colectiva para gestionar la cuestión religiosa; por aquel entonces una tonta anécdota, pero hoy un poderoso mecanismo en manos de la autoridad para volver a poner cada cosa en su sitio mediante la división mediatizada del ciudadano, consiguiendo al fin que se enfrente y divida al encontrar sibilinamente el punto débil a través del cual hacerle clasificarse, ordenarse y contarse a sí mismo.


Y quizá es que esa "Nueva Era" infestada de gurús y terapeutas que organizan sus negocios con cuatro "verdades" aprendidas de lo filosófico, lo psicológico o lo religioso/espiritual, es un arma mellada si uno pretende enfrentarse a las viejas instituciones religiosas. Tanto es así que cuando emergió el Templo de Sol hubo que esconderlo, porque a la gente le daba un poquito de vergüenza. Pero la incómoda verdad a la que apuntaba sigue ahí, y hoy se nos desvela en toda su magnitud: La incapacidad de articular una respuesta contundente en su propio terreno a las instituciones que secuestran al hombre en dimensiones como las que se han dado en llamar "religiosa" o "espiritual".


Si quería participar de algún modo como oposición a las JMJ esa entelequia que algunos denominan 15M, la manera apropiada hubiera sido atreverse a tomar las riendas del rebaño católico y conducirlo hacia la libertad. Hacia una forma de vivir el hecho religioso entendiendo que los principales obstáculos para su pleno desarrollo residen en la institución de la que participan, y de su dogma moral, sus normas, los usos permitidos de su espiritualidad. Si hubiera de encontrarse la religión entre nuestras cuestiones, debería de ser para desvelar en qué modo sus instituciones son parte de un complejo entramado que rapta al hombre y lo introduce en una realidad ajena, como parte indisoluble del modo en que tal secuestro sucede en la dimensión política o en la cultural.


En las carencias de la respuesta ciudadana, la vulnerabilidad que ahora festejará el poder.


jueves, 11 de agosto de 2011

Tiendacalipsis, el apocalipsis del consumo


Shopocalypse
by Mike at Critical Press
http://criticalmassfilm.com/blog/?p=50


Tiendacalipsis, el apocalipsis del consumo

Así que ha llegado hasta esto. Allá fuera los destellos de las sirenas vienen y van cada pocos minutos. Mi calle es una de las silenciosas. Los saqueos se retringen a las zonas de las grandes marcas comerciales.

La ironía aquí es tan gruesa que podría curar la anemia. Londres invadida por saqueadores que rompen ventanas y rasgan postigos para correr hacia la noche con los brazos llenos de pantalones de chándal, reproductores de DVD y pantallas planas de televisión. Las calles están sembradas de perchas.

¿El aparente punto de ignición de este desorden generalizado? El asesinato de un joven llamado Mark Duggan en Tottenham, en el norte de Londres. Fue disparado por la policía en lo que podría ser descrito generosamente como un incidente opaco en el que hubo un intercambio de disparos que quizá involucró, o quizá no, policías disparándose accidentalmente los unos a los otros y echándole la culpa a él. La gente que está destrozando tiendas de deportes y de componentes electrónicos probablemente no conoce ni su nombre. Están demasiado ocupados, en palabras de esta chica, “recuperando [sus] impuestos”. Con la muerte de Duggan lo bastante fresca como para poder ser esgrimida como causa, los disturbios podrían ser explicados de algún modo como una forma de protesta, una erupción vitriólica de la juventud desencantada que habita los distritos más pobres de esta ciudad, juventud que lucha para encontrar un lugar en una sociedad que no suponga practicar sexo oral en andenes de tren en desuso o apilar estanterías en Tesco.

¿Y cómo se manifiesta este sentimiento en contra del establishment? Mediante lo que sólo puede ser descrito como un violento salir de compras. Arrasándolo todo en las comunidades en las que crecieron, manifiestan su propia frustración ante una falta de compromiso, de responsabilidad, sobre las tiendas y negocios que proporcionan empleo en su área. Destrozan y agarran los objetos de lujo que son supuestamente el fruto final de todo el proceso de trabajo, esfuerzo y escalada social que nuestra sociedad pone en un altar y santifica. El gran gesto de desobediencia de su generación es un acto sincero de capitalismo consumista al estilo occidental, puro e íntegro, auténtico y directo desde las amígdalas. Toma lo todo aquello sobre lo que puedas poner tus manos para ti, dañando al resto de ciudadanos en tu impunidad. No son inhumanos, no están confusos, no están equivocados: Son nosotros, sólo que lo están haciendo aquí, y sin ningún sentido de la ironía. Protesta 2.0, estilo Londres.

En El Cairo durante la revuelta, era la juventud egipcia la que encadenó sus brazos para proteger el Museo de Antigüedades, la herencia cultural de su larga y respetada historia. Aquí en Londres, si alguno de estos chicos ha estado en un museo, fue después de ser arrastrado allí a la fuerza durante algún viaje escolar. Esto es, si es que su escuela todavía tenía suficiente presupuesto o siquiera le quedaba alguna asignatura que trate sobre cosas de las que te puedes encontrar en un museo. En aquella excursión, recorrieron penosamente los vestíbulos, inspeccionando ocasionalmente los polvorientos artefactos del pasado con ojos apagados. Después de todo, con un smartphone que tiene wi-fi y juegos interactivos a todo color, con Twitter, con Facebook, con Bebo, Myspace, Blackberry Messenger y YouTube, ¿cómo demonios se supone que un museo va a mantener la atención de un joven a no ser que se le haya enseñado a respetar y apreciar un paulatino despliegue de belleza que resulta directamente proporcional a la atención que uno presta? Esta gente ha sido desde joven objetivo del marketing. Han sido acicalados de maneras más insidiosas que las tácticas del pedófilo de ojos más hambrientos. Su sentido del yo, su propia existencia, ha sido mediada por la economía para la que la escuela les ha preparado.

Desde tonos personalizados al Gran Hermano de Famosos, todo posible acto en el que se involucren o emancipen como individuos ha sido para ellos una transacción comercial. Cada sub-cultura se convierte en un sector económico. Todo lo que se les enseñó sólo estaba en su vocabulario debido a su utilidad para la “economía del conocimiento”. ¿Quién necesita conocer la historia o los hechos cuando está Wikipedia? ¿Quién necesita matemáticas cuando hay una calculadora? ¿Quién necesita saber escribir a mano y deletrear cuando hay Microsoft Office y su comprobación ortográfica? ¿Quién necesita clases de arte o de música si en el mercado no hay demanda para estas habilidades?

Han sido criados como consumidores, no como ciudadanos. Los consumidores tienen artilugios. Los consumidores tienen el respeto del gobierno y de los negocios porque su dinero celosamente guardado (y codiciado) es lo más cercano a las llaves del reino que poseerán jamás. Incluso la educación universitaria que sus padres recibieron de manera gratuíta o por 1000 libras al año les costará ahora 9000 libras al año si es que pueden llegar a una universidad con el escaso conocimiento útil que el estado les permite a cambio de los impuestos de sus padres. Después de todo, ¿acaso no necesitamos la competición para llevarle los mejores resultados al consumidor?.

Con la oportunidad de tomar las calles en sus manos, salen a la fuerza como consumidores, no como ciudadanos. Su protesta es contra su falta de poder adquisitivo para consumir, contra su carencia de una televisión de pantalla plana, contra la entrometida necesidad del gobierno de sacarles impuestos por servicios de los que nunca se beneficiarán. Son la encarnación más pura de nuestro libre mercado, de la ideología consumista. Están compitiendo contra la ley para obtener los mejores resultados que un consumidor jamás podría esperar obtener, que es obtener algo a cambio de nada. Y están ganando.

Mientras los expertos continúan frotándose las manos durante unas semanas en pantalla, mientras el Parlamento debate otorgar los inevitables poderes policiales de emergencia que llevarán los cañones de agua y quizá incluso balas de goma a las calles de Londres, estos consumidores se sentirán como en casa viéndolo todo en sus nuevas televisiones, calentitos y cómodos con sus nuevos chándals. Estarán re-absorbiendo la narrativa de su actividad a través del mundo mediado que hemos creado para ellos, un mundo que aún carece de un sentido de comunidad genuína, de un sentido del trabajo productivo, de la justicia social, de la equidad, o de la igualdad.

Nuestro gobierno censura la violencia en las calles de Brixton, Tottenham, Lewisham, Camden, Woolwich, Croydon y Birmingham mientras recauda impuestos para guerras en Afganistán, Iraq y Libia. Nuestro teniente de alcalde se encuentra disgustado por el saqueo de componentes electrónicos en Curry’s, componentes que han sido fabricados a cambio de salarios de esclavo en factorías en China en las que es habitual el abuso y los suicidios entre los trabajadores, porque ese tipo de rendimiento es más “eficiente” (léase “barato”) que producir cosas nosotros mismos pagando un sueldo digno al trabajador. ¿Cómo osan abrirse camino a un supermercado de Tesco y robar comida, mientras Tesco tiene un margen de beneficios anual de 2 millones de libras al tiempo que abre a propósito tiendas “express” cerca de tiendas de alimentación vecinales exitosas, arruinándoles mediante tácticas diseñadas para superar las objeciones de las zonas en las que se instalan? ¿Cómo pueden hacer arder los pubs? ¿Qué hay más malicioso que esto? Estos pubs venden cerveza de conocidas marcas que compran cebada de países arruinados por el hambre mientras que nuestro gobierno bala sobre la ayuda humanitaria. ¿De dónde proviene este canibalismo saqueador? De hecho, ¿dónde podrían haber aprendido estos saqueadores idiotas todo ese tipo de ideas?

¿Se filtraron tales pensamientos malvados en sus mentes mediante osmosis? ¿Están poseídos por el Diablo? ¿O es que crecieron en hogares rotos en urbanizaciones en decadencia, rodeados por los despojos de lo que la “creación de riqueza” deja atrás, soñando con una salida? ¿Es que condujo el sistema financiero de este país basado en la deuda a sus padres a trabajar en largos turnos de horas irregulares para adaptarse a nuestra cultura 24-horas, dejando sus niños en manos de la niñera y pacificadora favorita de todos, la televisión? Cuando a Mamá le recortaron las horas en Tesco tras poner las máquinas de pago automático, ¿será que tuvo Mamá que coger un segundo trabajo para compensar las pérdidas?

¿De qué manera adquirieron estos jóvenes una combinación tan estrafalaria de odio y de lealtad a las marcas? ¡De qué manera!

Acerca del origen de este inesperado derrame de violencia, el establishment sólo tiene que echar una ojeada al pasado reciente. La disensión en este país ha probado todos los métodos posibles para reclamar el poder. Marchamos contra la invasión de Iraq, y fuimos millones. Marchamos, hicimos peticiones, y protestamos contra la guerra, contra los recortes en gasto social, contra la privatización, contra el mafioso capitalismo de compinches, contra las ayudas a los bancos, contra la globalización, contra los recortes de impuestos a las grandes corporaciones, contra la destrucción del empleo, contra practicamente todo lo que queríamos que cambiara. ¿Y cambió alguna maldita cosa? ¿Hizo que nuestro gobierno dejara de hacer lo que fuera que les apeteciera en cada momento? No, joder, no. Incluso conseguimos votar contra los grandes partidos políticos en las últimas elecciones, ¿y qué pasó? Que dos de ellos se aliaron para estar juntos en el poder, ambos mejor que ninguno.

En respuesta al último montón de medidas de austeridad, los estudiantes salieron y protestaron por una causa, en masa. Se puso turbio, pero vaya, no como lo que pasa ahora. ¿La respuesta? Alegre enfado del poder, y cero compromiso con las demandas de la vox populi.

Así que ahora, después de que la consciencia pública de este país haya explorado todas y cada una de las posibilidades en su esfuerzo por hacerse oir, hemos llegado hasta aquí. Cada una de esas urracas ladronas que hay en las calles de Londres esta noche se está llevando consigo una pieza de nuestra humanidad colectiva. La frustración de no ser escuchados, que es incluso peor que el no ser oídos. La rabia ante un sistema que funciona aislado, al que no se puede hacer responsable, que no responde y que es fundamentalmente antidemocrático. La soledad de carecer de una comunidad, de familias que trabajan incesantemente para cumplir con sus obligaciones mientras que el alza de la marea ahoga a todos los que no tienen un yate. La disonancia cognitiva de tener un Primer Ministro millonario que nos dice que estamos juntos en esto antes de volar a los Emiratos Árabes como representante de ventas de UK Plc, sólo para regresar ahora de su descanso familiar veraniego para censurar la violencia.

Esto es simplemente la última aparición de una llaga purulenta tan antigua como nuestras colinas, tan descuidada como un miembro gangrenado. Sucederán más cosas, eso no lo dudes. Si la respuesta de la estructura del poder consiste en atrincherarse, en aprobar medidas draconianas de orden público e ignorar la raíz subyacente al problema, esto sucederá otra vez, sólo que peor y peor a medida que el tiempo pase.

Si considerásemos a los individuos de una determinada sociedad como partes de una consciencia holística común dispuesta sobre el nivel de la consciencia individual de cada uno, entonces el Ello colectivo de Gran Bretaña acaba de tener un serio arrebato.

Se ha dicho que la violencia es el lenguaje de signos de lo no articulado. Si esto es verdad, y creo que así lo es, ¿entonces cuán más marcadas son las violentas lingüísticas de lo forzosamente enmudecido? Que esta violencia gire de vuelta hacia el lugar desde el que creció, recuerda al odio que hacia sí mismo siente el alcohólico, torturándose por beber en lugar de abandonar el origen de su desgracia.

¿Mediante qué vara de medir podemos juzgar la conducta de esta gente una vez que tenemos en cuenta la naturaleza de nuestra sociedad? ¿Qué transgresión podemos adjudicarles que no se origine en nuestra propia conducta, negligencia o descuido? ¿No tener un sentido de la comunidad? ¿No tener una brújula moral? ¿Desear lo que no se han ganado? ¿Tomar lo que no les pertenece? ¿Explotar las debilidades de otros mediante la violencia? ¿Oportunismo? ¿Gula? ¿Ignorancia? ¿Hipocresía? ¿Locura? ¿Dónde podemos dibujar la línea que distingue sus acciones aquí de nuestra conducta colectiva como sociedad aquí y en incontables lugares lejanos?

Sean cuales sean los motivos conscientes o las intrigas subyacentes, la metáfora de estos disturbios son el verdadero mensaje, un mensaje que sólo podemos ignorar o minimizar bajo nuestro propio riesgo.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Inglaterra y el germen del fascismo


Original de Esto solo lo arreglamos sin ellos

http://www.facebook.com/pages/Esto-s%C3%B3lo-lo-arreglamos-SIN-ELLOS/362448501807



Algunas cosas que pensar sobre Inglaterra


Reacciones a la crisis económica y a una situación sociopolítica que lleva años en los que no hace más que empeorar, han habido muchas y de aspectos verdaderamente distintos. Pocas sin embargo tan unánimemente condenadas como los espectaculares disturbios que han hecho arder Inglaterra.


Hemos visto las repugnantes imágenes de un grupo jóvenes robando a un niño ensangrentado en los disturbios [1], y también hemos visto saqueos e incendios de tiendas de pequeños comerciantes que poco tienen que ver con los poderes financieros causantes de la crisis o con las políticas de exclusión de los barrios marginales londinenses. Coches ardiendo en un brote que recuerda a las escenas que se vivieron en la banlieu en Francia hace algunos años, donde grupos provenientes de clases marginales destrozaban vehículos y comercios de los propios habitantes de sus barrios.


También hemos sabido que el origen de los disturbios fue el asesinato en circunstancias nada claras de un padre de familia por parte de la policía, en un país en el que 333 personas han muerto desde 1998 mientras estaban custodiadas por la policía [2], una cifra más apropiada para grupos terroristas que para supuestas fuerzas del orden. Ha trascendido en Internet también el vídeo de la chispa que desencadenó la violencia, cuando una joven de 16 años que asistía a la marcha originalmente pacífica por el último asesinato policial, que había lanzado un objeto contra la policía, fue golpeada durante largo rato por la policía con sus escudos en el suelo [3].


Uno de los problemas a la hora de tratar estos temas, es la facilidad para caer en visiones simplonas en blanco y negro, como si el análisis de la realidad política consistiera en ponerse a favor o en contra de algo. Si algo intentamos reclamar aquí es el buscar la profundidad del análisis, no para decidir apoyar u oponerse sino para intentar aprender del modo en que el mundo funciona, en particular dado que deseamos cambiar cosas de él.


Las clases marginales británicas han reventado, y lo han hecho con un estallido de violencia como no habíamos visto nunca durante esta crisis. Ha sido una violencia siquiera parcialmente dirigida contra los causantes políticos y financieros de la crisis, lo que habla de una tremenda carencia de cultura política y conciencia de clase por parte de sus ejecutores.


¿O no?. En la NBC, un periodista le preguntó a un joven si habían conseguido algo con los disturbios: [4]


- Sí, no estarías hablando aquí conmigo si no los hubiéramos causado, ¿cierto?. Hace dos meses marchamos a Scotland Yard, más de 2.000, todos negros, y fue pacífico y calmado, ¿y sabes qué? Ni una palabra en la prensa. La noche pasada unos disturbios y saqueos, y mira a tu alrededor – dice, refiriéndose a los periodistas reunidos preguntando a gente.


El que cada uno barra para su casa no ha facilitado la comprensión de un fenómeno social particularmente complejo. Algunos emocionalmente cercanos al 15M han ido raudos a alejar cualquier posible relación entre este movimiento y las protestas británicas; y ciertamente, si lo que medimos es el nivel de violencia, los sucesos en España están en el extremo más pacífico de los que conocemos en todo el mundo, y los sucesos en Inglaterra en el extremo más violento. Pero no evitemos por ello ver que la causa sigue siendo similar, aún si catalizada por circunstancias sociopolíticas diferentes.


El germen del fascismo


Más allá de lo que ahora ha sucedido, hay hecho preocupante que ahora parece algo lateral, pero con el que debemos tener mucho cuidado, prestando atención al modo en que los hechos se desarrollen en Inglaterra. Y es que la reacción del ciudadano británico de clase media y media-baja, ha sido de un shock tal que está pasando a apoyar medidas muy peligrosas para cortar de raíz toda violencia procedente de la marginación.


Un pequeño síntoma podría ser el enorme apoyo a grupos de Facebook como “Apoyando a la Policía Metropolitana contra los que causan disturbios en Londres” (918.000 el 10 de agosto) [5], aún teniendo la policía británica un particular record de asesinatos en su haber. Otro síntoma bastante más grave, es que uno de cada tres británicos apoya el uso de fuego real contra quien protesta [6].


Las clases media y media-baja en Inglaterra están reclamando no ya orden y firmeza, sino incluso el uso de fuego real. El poder financiero y político, causante de las condiciones que han derivado en el terrible estallido londinense, se encuentra así en una situación inmejorable en el que las clases marginales están despolitizadas e incapaces de articular modos de lograr un cambio más allá de la violencia sin sentido, y los trabajadores horrorizados ante el espectáculo de violencia toman como objetivo a los excluidos para pedir que el Estado los asesine si es necesario.


Una mujer británica lo resumía con un fuerte apoyo en uno de los grupos de apoyo a la policía metropolitana: “La vergonzosa conducta criminal que hemos visto en los últimos días ha tenido al menos una consecuencia positiva. La gente decente, íntegra del Reino Unido se ha unido para condenar públicamente esta conducta inaceptable. La conducta antisocial ha tocado nuestras vidas durante muchos años, y ha drenado nuestros ya escasos recursos. Hemos tenido pocas oportunidades para que se escucharan nuestras voces, puesto que temíamos las recriminaciones por hablar en voz alta. Juntos, ahora tenemos la esperanza de recuperar nuestras casas, calles y ciudades. El elemento criminal es de hecho la minoría, pero han dominado nuestras vidas durante demasiado tiempo.”


Acabar con estos brotes de violencia mediante la represión puede funcionar hoy, pero no es más que un parche. Mientras no se ataque la verdadera raíz del problema que ha causado la propia existencia de una clase marginal sin salidas que ha visto con la crisis empeorar una situación ya de por sí complicada, no bastará ni con el fuego real que piden un tercio de los británicos.


Pero mientras tanto, tenemos un país inmerso en una lógica terrible, que a la larga puede deslizarse con demasiada sencillez hacia el fascismo, con una clase trabajadora pidiendo las formas más duras de orden para reprimir a las clases marginales.


Quizá si algo es interesante aprender de esta situación en comparación con la española en el 15M, es el hecho de cómo la absoluta politización del espacio público planteando las movilizaciones como foros de debate para plantear soluciones, han dado lugar a un movimiento radicalmente pacífico, y en el cual señalando a la banca, al gran empresario, al medio de comunicación y al político que estructuran su discurso de dominación, el gran público ha aprendido a apuntar sin titubear a los verdaderos culpables.




[1] . http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/08/110809_video_londres_violencia_nino_robos_ms.shtml

[2] . http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2011/aug/08/context-london-riots

[3] . http://blog.alexanderhiggins.com/2011/08/07/report-police-beating-girl-16-sparked-london-riot-violence-spreads-2nd-night-51391/

[4] . http://pennyred.blogspot.com/2011/08/panic-on-streets-of-london.html?spref=tw

[5] . http://www.facebook.com/pages/Supporting-the-Met-Police-against-the-London-rioters/152937041453243

[6]. http://www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/307196/un-tercio-de-los-britanicos-cree-que-la-policia-deberia-usar-fuego-real


jueves, 4 de agosto de 2011

Estructuras desencadenadoras y emergentes del 15M

vía vktr81, burbuja.info
Original en http://www.burbuja.info/inmobiliaria/4597039-post92.html

Voy a tratar de formalizar un poco este agregado que es el 15M os paso una primera entrega de un primer vistazo así rápido que he realizado entre ayer y hoy. Esta es mi síntesis de lo que ha sido todo esto hasta ahora.

Existen una serie de colectivos iniciales que provocaron la convocatoria inicial del 15M, serían los iniciadores de la chispa. Esa chispa desencadenó el estallido social que llevaba ya tiempo larvándose. Y de ese estallido surgieron una serie de colectivos nuevos, entre ellos las acampadas. Además, ha sido un movimiento positivo para los colectivos desencadenantes ya que las sinergias que se han producido les han fortalecido a todos. La fuerza del grupo ha sido el aspecto más destacable y constantemente salen nuevos videos para dotar de unidad y cohesión al grupo. Todos podemos ser 15M. Indignados, acampados, simplemente conciencia colectiva.

He ordenado los colectivos por número de seguidores en Facebook. Ello nos da una idea de su fuerza relativa. Porque su fuerza absoluta sin duda es mayor como bien han demostrado las manifestaciones del 19J.


ESTRUCTURAS INICIADORAS (previas al 15M)

DRY – 413.600
Democracia Real Ya es la asociación que tuvo la brillante idea de aglutinar al resto de grupos con objetivos dispersos pero un problema común. La casta política y el poder económico. Desde el 15M este grupo recoge un meteórico ascenso colocándose con diferencia como el primero de todos.

Juventud sin Futuro – 44.800
Organización de jóvenes que protestan contra la pésima situación del mercado de Trabajo en España. Su fuerza se ve rápidamente incrementada por el 15M

Esto solo lo arreglamos sin ellos - 40.000
Colectivo que surgió en respuesta al lema de Esto solo lo arreglamos entre todos. En referencia a que la crisis la pagaran los bancos y no los ciudadanos.

ATTAC España – 26.700
Asociación por una economía justa. Probablemente de todas las de la lista sea la más antigua. Creada por Ignacio Ramonet mantiene su implantación pero su fuerza queda rápidamente difuminada por los sistemas emergentes.

No les votes – 26.400
Asociación creada para luchar contra la Ley Sinde y la censura en internet y castigar a los partidos que la apoyaron, PP, PSOE y CIU. Su fuerza se ha mantenido más o menos constante

DRY BCN – 15.800
La sede de DRY en bcn es la primera subsede y la más numerosa después de la general. Continua siéndolo incluso despúes de la creación de DRY Madrid. A pesar de todo su fuerza de acción ha quedado pronto empequeñecida por AcampadaBCN cuya estructura con más fuerza que DRYbcn

Plataforma Afectados por la Hipoteca (PAH) 5.300
Promueven la dación en pago y la posible renegociación de la deuda para que las familias no tengan que quedarse en la calle. Su mecanismo de protesta más habitual bloquear deshaucios. Su capacidad de convocatoria con el 15M aumenta considerablemente.

Malestar.org – 5.200
Organización ya de cierta veteranía que se apunta a todo tipo de movidas de este estilo y que obviamente sumó sus fuerzas para el 15M

Reacciona – Comprometeos – 3.700
La organización que da voz a Ramón Sanpedro y Stephane Hessel

Vivienda Digna – 2.900
Organización que reclama el derecho a una vivienda digna.

Anonymous – Desconocido
Imposible saber las dimensioens del colectivo pues no hay una organización como tal. Su descentralización aun es mayor que la del propio 15M. Lo que sí es evidente es que le dan respaldo y han participado en cyberataques paralelos, como por ejemplo el ataque contra CIU después de que Puig mandará deshalojar pl.Catalunya.



ESTRUCTURAS EMERGENTES (posteriores al 15M)

SpanishRevolution – 182.000
Se alza como catalizador del movimiento en toda españa y hacia el extranjero. Empieza la construcción de plataformas, el uso de redes sociales n-1 para hacer asambleas virtuales, promueve la internacionalización del movimiento y después de DRY se convierte rapidamente en el segundo colectivo más aglutinador.

AcampadaBCN – 70.300
Empieza a la sombra de Acampadasol y por imitiación pero en pocos días acampadabcn alcanza la supremacía en Barcelona y cercanías. Los números corroboran su fuerza convirtiéndose, finalmente, en la acampada más potente de España. En Barcelona no hay otro colectivo del 15M que se le acerque en fuerza, organización y poder de convocatoria.

Acampadasol + Acampada en Sol – 19.000 + 14.183
Es la primera y surge inspirada en las acampadas en Plaza Tahrir de Egipto. Su desalhojo produce que las acampadas se extiendan por todas las ciudades. A medio plazo el crecimiento de esta acampada como colectivo organizado se ve lastrado por la fortaleza de colectivos genuinos y ya con fuerte presencia en Madrid como DRY, Juventud Sin Futuro o el más reciente SpanishRevolution que están más implantados. Aun así se consagra como la segunda acampada del estado, con diferencia.

Movimiento 15M – 48.400
Subgrupo aglutinador y generalista en internet, favorece la transversalidad entre los colectivos locales sin formar parte de ninguno en concreto.

Felippuigdimissió - 47.400
Emerge tras el intento de deshalojo por parte de los mossos. Su lema es tan unificador que no tarda en cojer fuerza, sus lemas son de los favoritos en todas las concentraciones catalanas.

Indignados – 14.500
La prensa les llama indignados, muchos de hecho están indignados de forma nautral emerge este colectivo generalista, indefinido pero que recoge, cataliza y potencia la indignación.


Solidaritat amb Arcadi Oliveres – 11.100
Emerge tras las amenazas de Puig contra Arcadi Oliveres poco antes del 19J lo que produce también que mucha gente salga en su defensa incluso pidiendo que sea él el próximo presidente.

Se crean decenas de acampadas menores por todo el estado, acampadavlc, acampadasevilla, malaga, vizcaya, tenerife, Lleida...

Se crean grupos locales de DRY -> La idea cala y la organización se expande por españa

Se crean grupos locales de PAH -> La organización se expande y su fuerza se ve amplificada por el 15M. Se empiezan a parar deshaucios en masa.

Se hacen mini convocatorias en todo el Estado. Algunas de las más sonadas: Protesta ante oficinas del Santander, protesta en su junta de accionistas ante Botin, protesta en la CEOE, protesta ante Sedes sindicales (UGT y CCOO) y del PP y del PSOE. Protesta ante la toma de posesión de los cargos electos, bloqueo del parlamento catalán, persecución del alcalde de Mollet del vallés, protesta ante la casa de Rita Barberá, marchas indignadas por los pueblos hacia madrid.

Empiezan a crearse estructuras paralelas a SpanishRevolution y DRY en el extranjero tales como Relle Democratie Maintenant en Francia.

Se convoca el 19J y se sigue ganando masa crítica.

Convocatoria al 19J – 120.000
La convocatoria a la manifestación enseguida alcanza masa crítica y se propaga a gran rapidez, el 15M de forma viral envía mails masivos, se buzonea en las escaleras y se hacen pegadas masivas de carteles.

Referendum 15 de Octubre – 24.000
Emerge poco antes de las manifestaciones del 19J, la idea es bien acogida y empieza a crearse masa crítica en torno a ella. Aunque se duda de sus organizadores el 15M parece querer reciclarla y fagocitarla para hacerla suya. En pocos días se suman miles de personas al evento.

Empresas como CLESA empiezan a solicitar auxilio al 15M ahora ya no se trata de parar simples deshaucios se trata de luchar contra el sistema en todos los frentes. El 15M es tan grande que llega a todos los rincones se propaga y expande de forma imparable.

Marchas populares indignadas
Parten de varios puntos de españa para ir pueblo por pueblo sumando gente y reunirse todos en Madrid

martes, 21 de junio de 2011

La necesidad de romper la hipnosis colectiva



En gran medida, nuestro campo de batalla se halla hoy en la capacidad para la definición de la realidad.

Sin duda hay muchas cosas que han de cambiarse, y políticos vendidos, y medios de comunicación que sólo son altavoces electorales de los partidos, y poderes económicos omnímodos, y banca que se aprovecha de la pobreza y deshaucia hogares cada día, y empresarios haciendo EREs mientras reparten beneficios millonarios a sus accionistas.

Pero para poder cambiar todo esto, debemos ser conscientes de que estamos en una guerra en gran medida ideológica en la que el primer objetivo consiste en romper la exclusividad que tiene el entramado de instituciones del poder a la hora de definir la realidad. Debemos robarles la alucinación, la realidad colectiva creada por los instrumentos del poder. Hacer nuestra esa alucinación compartida, y anular la capacidad de unos pocos para definir la realidad para todos los demás.

Cada día vemos cómo los medios de comunicación construyen propaganda para favorecer a uno u otro gran partido político, todos sirvientes de los mismos intereses económicos, esos mismos intereses que se inventaron una crisis para estafar a todos los demás.

Nosotros tenemos Internet y la calle, y eso es probablemente más de lo que nunca tuvimos. Gracias a ello hemos conseguido abrir brechas en el cerco, pero esto no impide que buena parte de la población siga "hipnotizada" por su Partido Político, por los medios de comunicación y su propaganda, por toda una serie de estructuras e instituciones que no buscan más que su sometimiento silencioso. Por ideas que aceptamos cada día al ir a trabajar como que el humo que mayormente fabricamos es necesario, que no hay alternativa a una generación y consumo masivos de mercancías que enriquezca y sitúe en lo alto de la jerarquía a quienes se apropian de ellas y las ponen en circulación.

Hoy más que nunca es imprescindible que rompamos la hipnosis colectiva, y que busquemos formas en las que anular el influjo de las estructuras institucionales dedicadas a la fabricación de la realidad. Así, por fin, podremos empezar a crear entre todos.